A Espadas rogando y con el mazo dando

Recientemente el ‘nuevo’ portavoz del Partido Popular criticó varias modificaciones presupuestarias.

Todo dentro de la normalidad oposición-gobierno si no fuera, en primer lugar, porque esas modificaciones presupuestarias fueron aprobadas gracias al voto del PP.

No es la primera vez que el PP o Ciudadanos ponen el grito en el cielo por algo que es consecuencia de un asunto que previamente ellos mismos permitieron o dejaron pasar en el Pleno con su voto a favor o su abstención.

Sobre las modificaciones presupuestarias en cuestión, sólo Izquierda Unida votó en contra por las formas y por el fondo. No es de recibo que se llevara al Pleno una macro-modificación y que se tuviera que votar todo en conjunto. Nosotros podríamos estar de acuerdo en que se hiciera un parque infantil en Sevilla Este, por ejemplo, pero no en que fondos destinados a planes de empleo acabaran gastándose en otros menesteres.

No es la primera vez que esto pasa en el Pleno y ya habíamos advertido al gobierno con que esas no eran las formas de actuar cuando se está en minoría, por eso votamos en contra. También es cierto que otros grupos llevaban tiempo criticando estas formas, pero a la hora de la verdad no cambiaron el voto… repentinos ataques de responsabilidad que lo único que provocan es que el PSOE siga cómodo en su irresponsabilidad.

Pero el caso que nos ocupa tiene más matices y es que el desvío de fondos de empleo para otros gastos tenía, entre esos otros menesteres, el propósito de subir el sueldo a cinco concejales: a cuatro del Partido Popular y a uno de Ciudadanos.

No sabemos quiénes son los cinco compañeros de Corporación que han visto aumentadas sus nóminas, pero está claro que todo no vale en política.

Hace falta más coherencia y rigor. No se puede estar vapuleando al gobierno de forma sistemática para quedar bien en los medios de comunicación y dar la sensación de que se está liderando algo y después ser partícipe con tus votos en el día a día de esas políticas que tanto criticas.

Tampoco se puede pretender liderar la regeneración política y autoproclamarse líder de la oposición cuando le suben el sueldo a uno de los tuyos de tapadillo y estás loco por colarte en la foto junto al delegado de turno.

En fin, que cada palo aguante su vela.

Verde cinismo

El 50% del Grupo Municipal del PP contemplando una rama caída

A todos los males del arbolado de nuestra ciudad se le suma ahora una nueva plaga: el cinismo verde… o el cinismo azul, según como se mire. Tras el picudo rojo, el estrés hídrico y los vendavales, ha llegado a nuestra ciudad esta nueva enfermedad arbórea en forma de doce concejales.

Y es que no se puede llamar de otra forma a la nueva estrategia verde del Partido Popular que no sea «cinismo». Nadie pone en duda la caótica situación del arbolado en nuestra ciudad (no es nada nuevo), pero sin duda el PP tiene mucha responsabilidad: su macrocontrato de mantenimiento de las zonas verdes de nuestra ciudad es el que nos ha llevado a la situación actual.

El PP, que parece que se ha caído de un guindo de repente (nunca mejor dicho), quiere enarbolar la bandera de la defensa de las zonas verdes; hasta el punto de que presentaron una moción temática en el último Pleno. Si bien es cierto que en el grupo popular ha habido una renovación, nombrando a un joven portavoz (aunque lleve casi más años en el Ayuntamiento que el Pendón de San Fernando), el PP no ha llegado de nuevas a Plaza Nueva.

El PP gobernaba esta ciudad hace sólo dos años, pero no sólo eso, es que también fueron los que impulsaron e implantaron el vigente contrato de mantenimiento. Así que… ¿está el PP reconociendo que su modelo era malo? Si no, no se entiende tan repentino cambio.

A la privatización de la gestión (donde las empresas, evidentemente, buscan su propio beneficio y no el general de la ciudad) hay que sumarle la falta de medios propios del Ayuntamiento. Al Servicio de Parques y Jardines se le sigue dando la espalda, diezmando lo poco público que queda de este servicio al reducirse la inversión mientras se sigue aumentando el presupuesto para la contrata: para que sigan haciendo podas descontroladas y en pleno mes de agosto con 40 grados.

En una reciente visita a este vivero municipal, ubicado en la calle San José de Calasanz, hemos comprobado el declive que arrastra el espacio y el mal estado generalizado en que se encuentran el utillaje y la maquinaria que los trabajadores de este servicio usan diariamente. Por no hablar de una flota de vehículos que está obsoleta y que resulta insuficiente para dar respuesta a las necesidades de Parques y Jardines. Hay furgonetas con más de 20 años de antigüedad, que no dejan de averiarse y que presentan serios problemas de seguridad.

La falta de medios en lo público también tiene un responsable que se llama Montoro. Cuestión que viene a agravar el cinismo del PP, pues es el gobierno central de Rajoy el que está impidiendo reforzar la plantilla pública. Una legislación estatal anti-ayuntamientos que ataca la autonomía local con el único objetivo de «favorecer la iniciativa económica privada» (lo reconocen, textualmente, en el preámbulo de la Ley Montoro).

Pero si el PP es el principal responsable del estado de las zonas verdes de la ciudad, el PSOE tampoco pude irse de rositas (por cierto, ¿dónde están los rosales que cubrían la mediana de Torneo?).

A la poca vergüenza demostrada por los populares, hay que sumar la perplejidad que supone que el Alcalde hable de «problema heredado» pasado el equinoccio del mandato, lo que pone de manifiesto lo que ya venimos diciendo desde hace tiempo: Espadas cada vez se parece más a Zoido.

Si bien es cierto que la Ley Montoro impide reforzar la plantilla municipal, el malvado ministro de Hacienda no impide dotar de medios materiales suficientes y dignos a estos trabajadores… y eso el señor Espadas tampoco lo está haciendo.

Tampoco Montoro ha obligado al Ayuntamiento a prorrogar (¡hasta en tres ocasiones!) el macrocontrato del PP. Aquí el único responsable es Espadas que, pese a vendernos una auténtica revolución a principios de mandato, pasados más de dos años continúa con el modelo de gestión de Zoido.

El nombramiento del nuevo director general de Medio Ambiente fue una esperanza tras los cuatro años del alcalde popular; pero se ha convertido en una esperanza frustrada pues, en todo este tiempo, ha sido incapaz de dar el necesario giro de 180 grados a la situación.

Sin duda las podas, la caída de ramas y el mantenimiento de los parques y jardines se ha convertido en el tema del verano. Han sido múltiples las fotos de concejales populares junto a ramas caídas y múltiples las declaraciones cruzadas entre PP y PSOE a cuenta del arbolado.

Pero no es un tema nuevo, ya en el segundo Pleno de este mandato (septiembre de 2015) desde Izquierda Unida presentamos una moción al respecto, entendiendo que el macrocontrato no estaba dando buenos resultados para la conservación y el mantenimiento de nuestras zonas verdes, con varios acuerdos:

  • la redacción de un plan director para la puesta en valor, mantenimiento y ejecución de las inversiones. Aunque lo han vendido ya en varias ocasiones (con foto y cartón pluma incluido), aún no se sabe nada de él.
  • el refuerzo de la plantilla municipal. Que no se ha hecho.
  • la revisión de los contratos en vigor con las empresas adjudicatarias. Que lo que se ha hecho es prorrogarles el contrato… como premio por lo bien que lo están haciendo.
  • iniciar los trámites para remunicipalizar el servicio de Parques y Jardines. Obvio que tampoco se ha hecho, ¡ni que Espadas fuera Stalin!

Seguramente en septiembre de 2015, pocos meses después de que Zoido perdiera la Alcaldía, era muy pronto para que el Partido Popular cogiese la bandera en defensa de los árboles. Seguramente, pasados dos años, a alguien ahora le resulte más creíble.

Pero, lamentándolo por los árboles y parques de Sevilla, ni es creíble el PP… ni ya es creíble el cambio prometido por Espadas. En fin, cada mochuelo a su olivo… si es que todavía queda alguno en pie.