El gato al agua

Sigue el culebrón en Sevilla. Mientras los grupos de la derecha escenifican un vodevil en el que no se habla de política, la ciudad sigue latente y a la espera.

Lo único que le preocupa a PP y Ciudadanos es ver quién se lleva el gato al agua. Y el PSOE, con Juan Espadas a la cabeza, está siendo cómplice de ese juego que da la espalda a la política y abre los brazos al politiqueo. Del «no es no» al pasteleo presupuestario del principal alcalde socialista en el país.

Y Sevilla, que sigue sin resolver sus grandes problemas de desigualdad, de empleo estacional, de vivienda e infravivienda, de medioambiente o de movilidad (por citar algunos), permanece a la espera de que cese la guerrilla de titulares.

Titulares, por cierto, para todos los gustos: «PP y PSOE firman un principio de acuerdo para el presupuesto» dice ABC. «PSOE y PP acarician un acuerdo presupuestario… solo en el fondo» podemos leer en El Correo de Andalucía. El Diario de Sevilla se decanta por «El PP estira el chicle». Y el Viva Sevilla por «El acuerdo imposible PP-PSOE: unos presupuestos desde cero».

Si ayer la foto era para el PP, hoy el portavoz de Ciudadanos hace como que negocia y se garantiza otra foto más con el alcalde. Porque al final es eso, se trata de «parecer», de una mera competición de poses.

Se puede hacer como Ciudadanos, que en el primer acuerdo con el PSOE destacaba inversiones en Los Remedios, Los Bermejales, Santa Clara y Bami… Y como eso no vende al resto de la ciudad, ¡no pasa nada! Hacemos otro documento que ponga «inversiones en barrios» (así, en general) y sanseacabó. O vendemos subvenciones y ayudas a colectivos vulnerables que luego no están recogidas en el proyecto de presupuestos.

O podemos hacer como el PP, que se alza como único defensor de LIPASAM y TUSSAM, y les recorta recursos en su «presupuesto alternativo»: medio millón menos a la limpieza y dos millones menos al transporte público… o le quita 800.000 euros al programa de ayudas para la instalación de ascensores.

Todo esto da igual, al fin y al cabo es política. Y lo importante, como hemos dicho, es el politiqueo.

En Izquierda Unida podríamos hacer como Ciudadanos y vender, por tercer año consecutivo, que «gracias a nosotros se va a construir un tren hasta al aeropuerto»; o hacer como el PP y enrocarnos en el absurdo formalismo de «si mi documento es una enmienda o es un animal de compañía».

Pero no. Discúlpennos pero no vamos a entrar a formar parte de ese vodevil del politiqueo. Seguiremos haciendo política, propuestas concretas (y más de 17 millones de euros en enmiendas presentadas en tiempo y forma) y no dejaremos de denunciar el incumplimiento del PSOE con las medidas de izquierdas  aprobadas y el lamentable papel de Celestina que Espadas está jugando entre PP y Ciudadanos.

Se incumplen plazos, se desconvocan comisiones de hacienda y se continúa mareando la perdiz. Desde IU seguiremos aportando para avanzar hacia una ciudad más sostenible y habitable y con menos desigualdades, mientras otros elaboran su agenda para ver con quién pierden menos votos o para ver quién se lleva el gato al agua.

Una política ciclista marcada por la inactividad

Un año más, tras el informe de la consultora Copenhaguenize, hemos visto como Sevilla sigue bajando en el ranking de las mejores ciudades del mundo para ir en bicicleta.

Nuestra ciudad, que llegó a situarse en cuarta posición, descendió  en el análisis de 2017 hasta la decimocuarta posición a causa de “la inactividad política” (esto de la inactividad no lo decimos desde IU, lo dijo la propia consultora).

Hay que recordar que tras los cuatro nefastos años del gobierno de Juan Ignacio Zoido, donde se satanizó la bicicleta de forma desmedida por el simple hecho de que olía a Izquierda Unida, Sevilla paso del cuarto al décimo puesto y ahora, con Juan Espadas como alcalde, hemos caído hasta el puesto 14.

Y esta crítica a “la inactividad política”, que hace el propio informe, es fundamental. En todos los debates plenarios y ante las críticas que hemos hecho desde IU al gobierno socialista sobre la falta de interés en la movilidad ciclista la respuesta siempre es la misma: “se podría ir más rápido pero estamos haciendo cosas”.

“Hacer cosas” es incompatible con la “inactividad política”. De esta forma la consultora Copenhaguenize echa al traste las excusas y los argumentos del gobierno de Juan Espadas.

La desidia del actual gobierno municipal la venimos denunciando desde el principio del mandato. Cansados de la falta de propuestas, en el mes de marzo de 2017 presentamos una moción con un decálogo para impulsar el uso de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad de Sevilla: de esas diez  propuestas sólo se ha llevado acabo la de recuperar la Comisión Cívica de la Bicicleta.

Tanto en los presupuestos de 2016 como es los de 2017, presentamos diferentes enmiendas para aumentar la inversión en materia ciclista, recogiendo las propuestas de la Asamblea Ciclista “A Contramano“. Propuestas que no han tenido ningún tipo de ejecución, más allá de contadas actuaciones en carriles bicis y el cambio de algunas señales en el centro histórico de la ciudad.

Para el presupuesto de 2018 ya hemos presentado un conjunto de enmiendas para aumentar el presupuesto en 1.785.000 euros. Cantidad que se debería destinar a cumplir lo que el  recién aprobado plan director de la bicicleta contempla para esta anualidad: actuaciones en las vías ciclistas, mantenimiento de los carriles bicis o campañas de promoción del uso de la bici.

Como denunciamos a finales del año pasado, el Plan de la Bicicleta Sevilla 2020 nacía muerto pues no se recogía la inversión necesaria para llevarlo a cabo. Las enmiendas de Izquierda Unida, que aún no se han votado, vienen a paliar esta deficiencia.

Y no será por falta de propuestas por nuestra parte, en el próximo Pleno también llevaremos un conjunto de propuestas para atajar de uno de los principales cuellos de botella de la movilidad ciclista en Sevilla como es la permeabilidad de la bici en el Centro Histórico.

Como decía al principio, noticia triste para la movilidad ciclista en Sevilla que viene a confirmar las críticas de IU a Juan Espadas desde el principio del mandato: mucha buena palabra, mucho compromiso pero poca acción.

¿Se acuerdan de aquella foto del alcalde con el consejero de Fomento a las puertas del Ayuntamiento con innumerables bicicletas? Pues mucho nos tememos que este mandato se va a quedar en eso.