Una singular moción para terminar el mandato

Pan, trabajo, techo. Tres claves que fueron nuestra máxima hace cuatro años cuando decidimos dar la confianza a Espadas para gobernar la ciudad. Pan, trabajo y techo. Tres pilares que si fueran la prioridad de un gobierno que se dice socialista la realidad de la ciudad sería bien distinta. El problema es que el alcalde ha estado más pendiente de acaparar titulares de prensa a golpe de anuncios vacíos en la mayoría de los casos o en tratar de forzar grandes proyectos que estuvieran a tiempo para tener algo que vender en campaña. Así es cómo ha perdido el foco de lo verdaderamente importante: los sevillanos.

Prueba de ello es que en este periodo los sevillanos siguen sufriendo una precariedad que ya es crónica o el azote del desempleo, pues continuamos instalados en los 70.000 parados, que siguen viendo cómo se desahucia a dos familias al día, que no encuentran otra salida que la emigración… y que todavía viven en una ciudad con siete de los 15 barrios más pobres del país.

Y es que no se puede ser de izquierdas y mirar constantemente a la derecha porque eso trae consigo que el programa Zonas vuelva a estar paralizado desde el año pasado, que las listas de espera para conseguir una cita con los servicios sociales se prorroguen durante meses, que los CIAM sigan sin reforzarse ni ampliarse a todos los distritos… Una triste realidad que no se oculta ni se soluciona con la celebración de cumbres mundiales de turismo, ni con la apertura de nuevos hoteles, ni poniéndole alfombras rojas a Barack Obama.

Porque una cosa es mimar al turismo, algo en lo que evidentemente estamos de acuerdo, pero siempre teniendo presente lo importante. Que el fenómeno no acabe comiéndose a la ciudad, que los vecinos puedan seguir viviéndola y los pequeños comerciantes puedan mantener sus negocios con vida. Algo que no está facilitando el gobierno local, que no solo no establece medidas para limitar los pisos turísticos y las franquicias que copan cada vez más el centro, sino también restando dinero de las partidas destinadas a los barrios más desfavorecidos para montar una cumbre en la que encima han tratado de vender suelos y patrimonio al mejor postor.

Y todo esto mientras los sevillanos se ven sin posibilidades para tener una vivienda digna. Porque además de que la presión turística sigue subiendo los precios, el Plan Municipal (que Espadas aprobó de tapadillo) es una muestra más de que el gobierno local vive de espaldas a la realidad de los vecinos de Sevilla. Pues el documento, lejos de fomentar el alquiler, insiste en la venta de pisos, cuando la situación socioeconómica de los sevillanos demuestra que mayoritariamente no pueden permitirse un piso en propiedad. Mientras tanto, la ciudad se corona como la capital con más hoteles de toda la comunidad andaluza y la que cuenta con menos bibliotecas, según el informe Andalucía pueblo a pueblo, del Instituto Andaluz de Estadística y Cartografía.

Un documento que también avisa: la capital hispalense cuenta con 688.711 habitantes de los que el 19% son menores de 20 años. Un porcentaje que coloca a la ciudad como la tercera andaluza con menos población joven. La falta de oportunidades, la precariedad y la dificultad para acceder a una primera vivienda ponen en bandeja la salida de los jóvenes sevillanos, que siguen sin encontrar las circunstancias idóneas para volver. ¿Y qué se ha hecho en estos cuatro años por evitarlo? Aprobar un conjunto de medidas, a instancias de IU, que luego el gobierno local ha ignorado sistemáticamente.

Y es que cuando se juega a improvisar, a quedar bien con unos y con otros, y a tratar de gobernar en minoría absoluta pasan estas cosas. Y quienes lo pagan son los ciudadanos que cuatro años más tarde han tenido más de lo mismo. Porque el gobierno de Juan Espadas ha sabido vender muy bien nuevos planes integrales, pero no se han dotado de partidas presupuestarias y, cuando se ha hecho, no se han ejecutado, porque los fondos europeos se dejan morir hasta que suena la alarma de una denuncia por parte de nuestro Grupo en el Parlamento Europeo.

Mientras tanto los vecinos y vecinas siguen viendo cómo pasa el tiempo y sus problemas se cronifican. Porque a Espadas se le ha puesto cara de Zoido y, entre uno y otro, poca diferencia ha existido. Y como muestra un botón. Por mucho que hace cuatro años criticara las privatizaciones del PP, el PSOE ha mantenido el contrato de Parques y Jardines, ha seguido con la estrategia en el IMD y ha privatizado de facto el mantenimiento de los edificios municipales a base de contrataciones externas. Por no hablar de la imprenta municipal, de los incumplimientos con los sindicatos, etc, etc. Porque defender el empleo público queda muy bien, pero luego aplicar lo prometido, es otro cantar. Y Espadas se ha dedicado a gestionar planes de la Junta y poco más.

Porque a la hora de hablar de empleo, el gobierno local también tiene un papel clave a la hora del desarrollo de los suelos de la ciudad. Pero el PSOE ha apostado por saturar Sevilla de centros comerciales: Pelli, Palmas Altas, Batán… Y no conforme con eso, el poco suelo industrial que hay, como Altadis, se quiere destinar a uso terciario. Es decir: abrir la puerta a la posibilidad de que sea otro centro comercial… o un hotel como en el antiguo Banco de Andalucía, Vilima, el edificio de El Corte Inglés de la Magdalena o la Gavidia.

En estos cuatro años también han intentado vender la etiqueta de la transparencia y de la participación. Pero a la hora de la verdad, más allá del famoso referéndum de la Feria, por el que pasará a la historia de la ciudad, el concepto no ha pasado de colgar en la web una encuesta y para de contar. Ya avisamos de que el programa “Decide” no era más que una mala copia de los presupuestos participativos y no nos equivocamos. Se acaba el mandato y seguimos esperando la descentralización de los Distritos y el esperado Reglamento de Participación Ciudadana.

Como también es muy esperado el Plan de Movilidad Urbana Sostenible. Ese que empezó a redactarse al comienzo del mandato y que sigue en el aire. Ese que impedía aplicar determinadas medidas para mejorar el tráfico en la ciudad porque dependían del plan, pero a la vez el gobierno ha ido otras propuestas vinculadas a la movilidad sin problema. Por ejemplo, la conexión en bicicleta por el centro de la ciudad facilitando la circulación en contrasentido, no ha sido posible; pero plantear tres nuevos parkings junto al Casco Antiguo, fomentando así el uso del vehículo privado, para eso no ha habido inconveniente.

Porque esa es otra, Sevilla se vende como capital verde europea, pero no es que esté haciendo méritos este gobierno municipal. Después de haber criticado la tala que Zoido acometió en Almirante Lobo, Espadas ha hecho lo mismo, pero en todos los barrios de la ciudad. Especialmente sangrante fue el caso de la avenida de Cádiz. Al PSOE parece que la etiqueta del ecologismo le dura lo que tarda en llegar un megaproyecto que vender pues, tanto en su plan para ampliar el tranvía -que se quedó paralizado y Espadas sin su foto- como en la remodelación del antiguo mercado de la Puerta de la Carne, la pérdida de ejemplares es más que evidente y el gobierno lo ha asumido en ambos casos sin sonrojarse.

Como tampoco ha tenido mucho pudor a la hora de subirse al carro del feminismo deprisa y corriendo cuando la derecha radical entró en la administración andaluza. Entonces, y por sorpresa, decidió instalar las paradas antiacoso que se habían aprobado en pleno meses antes a instancias de IU. Como necesitaba captar la atención de los medios el resultado es el que es. Unas pocas paradas preseñalizadas, de morado eso sí, para que quede bien claro dónde puede bajarse una mujer víctima de violencia machista. Ni estudio previo, ni negociación con los colectivos feministas, con las vecinas o al menos con los trabajadores de Tussam. Y a esto le sumamos la falta de recursos que siguen sufriendo los CIAM, la necesidad que tienen algunos barrios de este servicio…

Siendo consciente que a poco menos de un mes de las elecciones, el gobierno liderado por Juan Espadas no puede decepcionar más de lo que ya lo ha hecho, presentamos en el último Pleno ordinario del mandato una singular moción que tiene como meta hacer un balance de estos cuatro años de parálisis (cuando no de retrocesos) y señalar los objetivos principales que nos marcamos para el próximo mandato, donde el pan, trabajo y techo seguirán siendo nuestras señas de identidad:

  • Promover políticas activas de empleo que vayan más allá del mero asistencialismo y fomenten condiciones laborales dignas y de calidad.
  • Combatir las violencias machistas y dotar a todas las políticas municipales de una perspectiva de género.
  • Poner en marcha las políticas necesarias para luchar contra el cambio climático en materia de movilidad urbana sostenible, protección del medio ambiente y en la gestión adecuada de las zonas verdes de la ciudad.
  • Apostar por la gestión pública de las instalaciones del Instituto Municipal de Deportes, fomentando y desarrollando el deporte de base.
  • Reforzar, estabilizar y dignificar la plantilla de los servicios sociales para blindar una atención digna y de calidad.
  • Garantizar una oferta suficiente de viviendas en alquiler que responda a la realidad socioeconómica de nuestra ciudad así como regular y limitar el fenómeno de los pisos turísticos.
  • Reforzar la plantilla municipal y los servicios públicos dotándolos de los medios materiales y humanos necesarios para el desarrollo de su labor, estableciendo un diálogo constante con los representantes de los trabajadores y trabajadoras.
  • Modificar el Reglamento de Participación Ciudadana y de Juntas Municipales de Distrito para promover una participación real y vinculante.
  • Construir una ciudad como espacio educativo colaborando con la comunidad escolar y garantizando unas infraestructuras dignas.
  • Defender un modelo cultural más allá de los eventos turísticos, descentralizándolo en los barrios y garantizando el acceso a toda la población.

Plan Estratégico 2030: un buen documento con un gobierno (por ahora) sin credibilidad

Intervención en el Pleno de aprobación del Plan Estratégico

Desde el primer momento, desde Izquierda Unida hemos compartido la necesidad de tener una planificación estratégica, hemos mostrado el compromiso de nuestra formación en las diferentes comisiones ejecutivas y grupos de trabajo del Plan Estratégico.

Lamentamos que haya grupos en este Pleno que hagan de la labor de tanta gente, de un consenso trabajado durante meses, un arma arrojadiza en tiempos preelectorales. Por eso, pese a las deficiencias, desde Izquierda Unida votaremos que sí y vemos además muy necesario que pase por este Pleno.

El proceso, que empezó con algunas carencias y con un documento bastante cojo, ha ido mejorando y enriqueciéndose con las aportaciones de las diferentes entidades e instituciones, a las que desde aquí también felicitamos por el trabajo.

Aún recuerdo el primer borrador en el que ni se hablaba de pobreza ni de desigualdad: cuando es el principal problema de esta ciudad y el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de los que tanto hace gala el gobierno.

Desde IU entendemos que la brecha social no se puede tratar como un compartimento estanco sino que debe impregnar todos los campos de la planificación estratégica  porque, al final, a las personas más vulnerables cualquier otra cuestión les afecta más: les afecta más los problemas de movilidad, les afecta más el cambio climático, o la falta de equipamientos…

Se habla también de gobernanza y de participación ciudadana pero hay que incidir en que el Plan Estratégico Sevilla 2030 no ha contado con una verdadera participación ciudadana, no hemos sido capaces de que este documento salga de los agentes sociales y las instituciones y vaya más allá.

Pongo un ejemplo, el otro día (en esta ciudad que presume de ser universitaria) nos reuníamos con los representantes de los estudiantes de la Universidad de Sevilla y de la Pablo de Olavide y ni habían escuchado hablar del tema: hacemos una planificación hasta 2030 sin contar con la generación que tendrá que ser protagonista en ese 2030. Sabe el alcalde que hicimos hincapié en la necesidad de implicar a la juventud en este proceso… y ahí se ha quedado corto.

Hemos incidido en que era fundamental tener una visión metropolitana para atajar todas las estrategias, nos parece fundamental que se hable del establecimiento de foros permanentes de cooperación entre los municipios del área metropolitana… algo que, en este mandato, ha brillado por su ausencia y que Sevilla debe liderar como capital que es.

Como ven: una de cal y otra de arena. Porque aún estando de acuerdo con la necesidad de este Plan Estratégico Sevilla 2030, no podemos negar nuestro asombro con que aquí se saque pecho de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible que sigue sin existir, de unos Planes Integrales que están infradotados, de un seguimiento del PGOU y de unas mesas sectoriales, que han existido pero cuyas conclusiones siguen en un cajón; o de un Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible que, a todas luces, es insuficiente.

En definitiva, estamos ante un buen documento pero con un gobierno sin credibilidad para ponerlo en marcha.

 

Una ciudad que cuide su pequeño comercio

El otro día presentábamos el programa económico de Adelante Sevilla en la sede del Colegio Profesional de Economistas y hablábamos de una clara apuesta por el cambio de modelo productivo y por la redistribución de la riqueza.

Pero… ¿qué quiere decir eso de «cambio de modelo productivo»? Cuatro palabras que últimamente se repiten hasta la saciedad y por representantes de un amplio espectro ideológico pero que pocas veces se concreta. Hoy, en una visita junto a Alberto Garzón a Sevilla, hemos dado cuenta de lo que supone para nosotras esas cuatro palabras, aterrizando en el pequeño comercio de barrio.

No nos podemos olvidar que el comercio minorista dinamiza la vida de los barrios, distribuye la riqueza (evitando que toda caiga en unas pocas manos), potencia la economía de la zona con productos locales creando capital social y actualmente está viéndose seriamente amenazado por la burbuja del turismo y la de los centros comerciales

Hoy se inaugura la cumbre mundial del turismo WTTC en Sevilla; una ciudad que, poco a poco, se está convirtiendo en un parque de atracciones pensado únicamente para el extranjero que viene a visitarnos, donde se expulsa del centro histórico a los vecinos y vecinas con la proliferación de los pisos turísticos y también a los comercios de barrio con la aparición de nuevos negocios de hostelería, franquicias o multinacionales. Todos y todas somos conscientes de este proceso, pero se siguen sin poner en marcha medidas que alivien la presión turística en Sevilla y que eviten el colapso que ya están viviendo otras ciudades de nuestro entorno.

Si el modelo devorador actual de turismo ya está copando el Casco Antiguo, con nefastas consecuencias para sus vecinos, la próxima zona a explotar es el barrio de Triana y lamentablemente Espadas se ha prestado a ello declarando como Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) parte del arrabal. Por eso, es fundamental utilizar criterios de interés general y sociales para la solicitud de la declaración como ZGAT, en lugar de criterios basados en el interés comercial de los grandes formatos comerciales (hay que recordar que el PSOE quiso llevar esta nueva zona hasta el nuevo centro comercial de la Torre Pelli).

Y es esa, por otro lado, otra de las amenazas al comercio minorista: las grandes superficies comerciales. En este mandato hemos visto cómo desde el gobierno municipal se han promovido dos nuevos centros comerciales (modificando el uso del suelo en el PGOU en uno de los casos y «trasvasando edificabilidad» en otro para contentar a los promotores) mientras se inauguraba un tercero: Sevilla Park, Palmas Altas y Torre Sevilla. Algo inaudito si tenemos en cuenta que, según la propia auditoria encargada por el Ayuntamiento, una de nuestras debilidades es el superávit de superficies comerciales.

La gentrificación, el fin de la renta antigua, la burbuja turística y la falta de garantías para el inquilino (el comerciante) en la actual Ley de Arrendamientos Urbanos está provocando una subida de los alquileres de los locales comerciales desproporcionada. Esta situación provoca el cierre de pequeños comercios con la aparición de franquicias o multinacionales que pueden permitirse unos alquileres mayores. La desregulación de este mercado, que queda en manos del “mejor postor”, afecta directamente al comercio minorista de la ciudad. En este sentido, admitiendo la escasa capacidad que tiene el Ayuntamiento para regular esta cuestión, proponemos que se elabore un estudio diagnóstico de la situación de estos alquileres así como instar el Gobierno de la Nación a una revisión de la mencionada Ley.

Proponemos también, como ya está trabajando la ciudad de Málaga, modificar las ordenanzas necesarias para controlar la concesión de licencias en los locales que se queden vacíos para evitar la saturación en el Centro Histórico. La idea sería proteger al pequeño comercio y tradicional, buscando una mayor mezcla en la oferta del Centro, con idea de que la hostelería y las franquicias de multinacionales no ocupen la mayoría de los locales de cada manzana del casco antiguo. Eso supondría establecer un sistema para el control de la concesión de licencias en aquellas zonas saturadas, para fomentar así la llegada de otros negocios que complemente el centro y reduzcan los problemas asociados a la hostelería (como mayor nivel de ruido y ocupación de la vía pública) y a las multinacionales (pérdida de empleo y de identidad).

Parece también obvio que urge adaptarse a las Nuevas Tecnologías, de ahí la importancia de la digitalización del comercio de proximidad. Nos comprometemos a impulsar el asociacionismo en este sector para la creación de plataformas de ventas online y a modificar el reglamento del Consejo de Comercio de Sevilla para que sea más ágil y más participativo, dando mayor peso a las asociaciones de comerciantes y agentes sociales de la ciudad.

Otra propuesta recogida en el programa de Adelante Sevilla es la creación de un “sello de calidad”, éste serviría para reconocer y destacar a los comercios que tienen implantadas unas medidas dirigidas a ofrecer y facilitar a sus clientes un servicio y atención que les diferencien de otros establecimientos y que el cliente que entre en el establecimiento que cuente con este sello, sepa que puede esperar un servicio y atención al cliente diferenciado.

Para afianzar el comercio de barrio, también proponemos fomentar la transmisión de negocios a través del relevo generacional evitando su cierre y proporcionando nuevos empleos, algo tan sencillo como crear un espacio web donde se puedan poner en común las ofertas y las demandas.

Y ya para terminar, a todas estas propuestas hay que sumar dos cosas básicas si queremos una ciudad que cuide su pequeño comercio: la limpieza y la seguridad. Necesitamos barrios limpios y seguros (más allá del Centro Histórico) para afianzar y defender el comercio minorista, queremos poner en marcha la Mesa por la Limpieza para analizar la situación actual en los barrios y plantear soluciones de forma participativa junto a representantes de la plantilla de LIPASAM, vecindario y comerciantes y también reestructurar la planificación y horarios de los circuitos de limpieza. Es necesario que la conocida como “policía de barrio” pase a ser una realidad y dejemos de marear a las asociaciones vecinales con supuestas pruebas pilotos, hace falta una atención de proximidad que garantice la convivencia social.

En definitiva, hace falta un gobierno valiente que supere las promesas de crecimiento a toda costa, que haga frente a las multinacionales y franquicias, que se empeñe en combatir el monocultivo turístico en nuestra ciudad y que atienda las demandas de todas esas familias a las que no les es fácil levantar la persiana de su negocio todas las mañanas.

No podemos seguir haciendo las políticas de siempre, no podemos seguir modificando el PGOU bajo el canto de sirenas de los grandes inversores o seguir lamentándonos de que Sevilla pierde su comercio tradicional a costa de heladerías y hamburgueserías sin llevar a cabo políticas transformadoras que, desde lo local, hagan frente a un sistema para el que todo es negocio.