Bienvenidas

En los tiempos que corren donde se hacen desaparecer de los Ayuntamientos pancartas de apoyo a los refugiados para poner en su lugar grandes banderones rojigualdos, o donde se empieza a ver con naturalidad que unos diputados de ultraderecha digan auténticas barbaridades en las televisiones o hagan propuestas que, a cualquiera que tenga una gota de sangre, al menos le desconciertan… En estos tiempos, ayer vivimos un momento de esperanza en la Macarena.

Una maravillosa respuesta vecinal frente a los discursos de odio que últimamente se estaban deslizando en la ciudad por parte de algunos sectores a cuenta de la apertura de un centro de MENAs (Menores Extranjeros No Acompañados) en el barrio. Algo que no es nuevo y es que hace unos meses también la Cruz Roja anunció la apertura de un centro de acogida de refugiados por la zona y la presión de unos pocos vecinos consiguió paralizar el proyecto, con la asombrosa complicidad de Espadas que instó a la entidad a que desistiera de la idea.

Ayer en La Barzola se dio un ejemplo de responsabilidad, de solidaridad y de ganas y fuerzas para construir una ciudad más inclusiva. Gente muy diversa que se había congregado en torno a unas sillas y un micrófono para informar sobre el nuevo centro de menores. Profesionales de la fundación que gestiona dicho espacio, antiguos residentes de centros de ese tipo y dirigentes vecinales se fueron turnando la palabra para responder a las dudas que los presentes iban lanzando.

Nadie pone en duda que el entorno del Parlamento está saturado de dispositivos de atención a población vulnerable, nadie cuestiona la necesidad de desconcentrar estos servicios (fuimos nosotros los que en 2013, junto a APDHA, planteamos el problema por primara vez en un Pleno)… pero tampoco nadie puede cuestionar que hay gente que está mezclando churras con merinas y vinculando, como si fuera un tema directamente proporcional, la delincuencia con la inmigración. 

En ese caldo de cultivo, hay personajes largamente conocidos en nuestra ciudad (y algún representante público de VOX) que aprovechan para sembrar su discurso de intolerancia y odio hacia el inmigrante. Y ante esos mensajes (donde se mezcla a personas sin hogar con menores inmigrantes y la delincuencia con pobreza, exclusión o color de piel) no podemos bajar la guardia, el encuentro de ayer es un ejemplo de eso y de que aún hay esperanza. Y la realidad no es como la pintan estos intolerantes: ni 20 menores que intentan buscarse la vida hay ahora mismo en el centro que han abierto.

Una vecina mayor (quizás las palabras más emotivas que se escucharon y por eso cierro con ellas) recordó a los miles de menores españoles que fueron acogidos en el extranjero tras el Golpe de Estado de Franco y que, ahora, lo que nos toca es devolver a la Humanidad toda esa solidaridad que recibimos.

La bicicleta en Sevilla: nos quedamos en las buenas palabras

Ayer nos enterábamos que Sevilla abandona el ranking mundial Copenhagenize de ciudades “amigables” con la bicicleta. Nuestra ciudad apareció por primara vez en la segunda edición (la de 2013) y directamente en el cuarto puesto, dos años después descendió hasta el décimo puesto, en 2017 al catorce y, ahora en 2019, directamente ni aparecemos.

Nadie puede poner en duda que la aparición en este ranking fue gracias a una apuesta decidida por la bicicleta por parte de Izquierda Unida en el gobierno municipal de coalición con el PSOE, luego llegó el PP y guardó la bici en el trastero porque debería ser un medio de transporte demasiado comunista. Después de Zoido, llegó el PSOE de Juan Espadas con muy buenas palabras y se quedó en eso. Ya el ranking de 2017 avisaba del descenso de posiciones de la ciudad por culpa de la “inactividad” durante los últimos años, pero sí señalaba el “discurso entusiasta” del nuevo gobierno de Espadas… y se quedó en eso, en el discurso entusiasta.

Aquella expresión de que “del dicho al hecho hay un trecho” se puede aplicar sin dudas a lo que nos ocupa. Basta fijarse en el ‘Plan de la Bicicleta Sevilla 2020’ (un buen plan director) que marca como límite temporal el año que viene y queda casi todo por hacer, el pasado mes de marzo ya avanzaba en este blog que llevábamos cuatro años de pinchazos y que no se estaban cumpliendo los objetivos.

Lo que hay que hacer está claro, está recogido en el plan director, se ha debatido varias veces en el Pleno… ¡y hasta se ha aprobado! No es por afán de estar en los ranking mundiales, pero tampoco nadie puede poner en duda que los carriles bici están abandonados, que los nuevos aparcamientos en la calle siguen siendo insuficientes, que la intermodalidad sigue siendo una asignatura pendiente, al igual que la permeabilidad del Casco Histórico.

Ahora los de Copenhagenize confirman lo que llevamos tiempo diciendo: que el gobierno de Juan Espadas lleva cuatro años quedándose en las buenas palabras. Ojalá fuera solo en materia ciclista.

El nuevo Reglamento del Pleno: más control al gobierno y más participación

Hoy, 1 de junio de 2019, entra en vigor el nuevo Reglamento Orgánico de Organización y Funcionamiento del Pleno del Ayuntamiento de Sevilla. Un reglamento que, tras cuatro años de trabajo entre los diferentes Grupos Municipales, se aprobó de forma definitiva el pasado mes de marzo. En el texto no se han introducido todas las propuestas que hicimos en el proceso, pero hay que reconocer que se ha avanzado bastante en materia de transparencia, participación y control al gobierno gracias a las enmiendas de Izquierda Unida y Participa Sevilla.

Dos Plenos y una sola moción

Seguramente lo más relevante en el nuevo Reglamento sea la celebración de «dos» Plenos al mes: uno ordinario como hasta ahora y otro de control al gobierno, al modo de las sesiones de control de los parlamentos autonómicos o el Congreso, donde los diferentes delegados y delegadas deberán responder a las preguntas de la oposición. El primero tendrá categoría legal de Pleno y el segundo es, en realidad, una Comisión… aunque esto para el ciudadano o ciudadana interesada no debe tener ningún tipo de diferencia.

También se reduce a una las mociones ordinarias que puede presentar cada Grupo, pudiéndose presentar otra moción en algunas de las Comisiones delegadas (normalmente una por cada una de las áreas del gobierno municipal) y se reduce de forma ostensible la posibilidad de presentar mociones por urgencia para temas que, de verdad, sean urgentes («mociones que tengan como causa algún acontecimiento que se haya producido o conocido con posterioridad»).

En cualquier otro caso, las mociones urgentes (que en realidad no lo son) serán debatidas en las Comisiones delegadas, pudiéndose presentar sin límite mociones que sean firmadas por todos los Grupos a modo de declaración de la Corporación, que serán directamente leídas sin mediar debate.

Con estos cambios, se prometen unos Plenos menos tediosos y más cortos… también dependerá de los que estemos sentados en el Salón Colón.

Más transparencia

El texto, a partir de ahora vigente, recoge la creación de un Registro Público de Obsequios e Invitaciones que deberá ser actualizado de forma trimestral haciendo constar la persona, organización o empresa que hace la invitación o el regalo. No se pueden imaginar la cantidad de dádivas e invitaciones que llegan a los diferentes Grupos Municipales, este registro público (si se implemente de forma correcta) puede servir para poner el foco en la cuestión.

Todas las Comisiones delegadas serán públicas a partir de ahora y tendrán el mismo régimen de publicidad que el Pleno municipal, esto también se asemeja al trabajo parlamentario en el que, además del debate plenario, se producen debates en las diferentes comisiones temáticas.

En el nuevo Reglamento también se regulan los procedimientos para la aprobación del presupuesto municipal y de las ordenanzas fiscales que, siempre deberán debatirse en una comisión pública. También se recoge la posibilidad de presentar una enmienda a la totalidad del presupuesto que, en caso de aprobarse, implicaría el rechazo al proyecto del gobierno.

Más control

Como decía antes, todos los meses se celebrará una sesión de la Comisión Permanente de Control y Fiscalización del Gobierno donde la oposición podrá presentar hasta cinco preguntas orales a los diferentes delegados y delegadas y, además, en el Pleno ordinario cada Grupo podrá presentar una pregunta oral al alcalde que éste tendrá que responder sin delegar. Por motivo de urgencia, cada Grupo podrá cambiar una de sus cinco preguntas.

Además de esas cinco preguntas orales, se podrán presentar todas las preguntas que se quiera para que el gobierno responda por escrito en un plazo de 15 días.

También las entidades ciudadanas inscritas podrán presentar preguntas en esta Comisión Permanente con cinco días de antelación y que serán respondidas por escrito, salvo que el gobierno quiera hacerlo de forma oral.

Más participación…

En el Pleno podrán intervenir personas para exponer su parecer sobre alguna cuestión que se debata, a invitación de la Presidencia, de cualquier Grupo o por propia iniciativa. La petición deberá ser acordada en la Junta de Portavoces, ya sabemos que quien hace la Ley hace la trampa… pero, si no se empieza a limitar sin razón, esto supone un avance con respecto al anterior Reglamento. También podrán intervenir hasta dos entidades legalmente registradas en los puntos que aborden expedientes en los que hubieran intervenido como interesadas.

El actual turno ciudadano (que se ha usado como nunca en el mandato que ya acaba) sigue vigente, con un máximo de hasta cuatro intervenciones por Pleno, pudiéndose presentar preguntas directamente en las Juntas Municipales de Distrito si el tema incumbe al territorio concreto.

El nuevo reglamento recoge que las Juntas Municipales de Distrito pueden elevar al Pleno una propuesta de acuerdo cada mes para su debate y aprobación y que ésta sea defendida por la entidad proponente durante un máximo de tres minutos.

En las diferentes Comisiones delegadas también podrán intervenir las entidades ciudadanas inscritas por invitación de la Presidencia o por acuerdo de la mayoría simple de sus miembros.

…pero aún queda mucho por hacer

El nuevo Reglamento también recoge la iniciativa popular, donde vecinos y vecinas podrán presentar directamente en el Pleno alguna propuesta de acuerdo o proyecto de reglamento siempre que se recojan un porcentaje de firmas «que en cada momento se establezca por ley». Si nos acogemos a la Ley de Participación Ciudadana de Andalucía, esta posibilidad ya se recogía desde 2017 en su artículo 27, pero deja el procedimiento y el número de firmas a recoger al albur del reglamento municipal.

El reto en este mandato debería ser sacar adelante un Reglamento de Participación Ciudadana que de verdad suponga un avance en procesos participativos y sea un revulsivo para las Juntas Municipales del Distrito. En el mandato que ahora acaba, pese a cuatro años de trabajo, el PSOE ha sido incapaz de llegar a un consenso y ha estado mareando cada ciertos meses con borradores diferentes que, en muchas ocasiones, suponían pasos atrás.

Por tanto, el Reglamento del Pleno que hoy entra en vigor supone avances en materia de transparencia, participación y control al gobierno. Su puesta en práctica sin cortapisas y que, de verdad, se facilite la participación real va a depender del gobierno municipal. Estaremos atentos.

Una singular moción para terminar el mandato

Pan, trabajo, techo. Tres claves que fueron nuestra máxima hace cuatro años cuando decidimos dar la confianza a Espadas para gobernar la ciudad. Pan, trabajo y techo. Tres pilares que si fueran la prioridad de un gobierno que se dice socialista la realidad de la ciudad sería bien distinta. El problema es que el alcalde ha estado más pendiente de acaparar titulares de prensa a golpe de anuncios vacíos en la mayoría de los casos o en tratar de forzar grandes proyectos que estuvieran a tiempo para tener algo que vender en campaña. Así es cómo ha perdido el foco de lo verdaderamente importante: los sevillanos.

Prueba de ello es que en este periodo los sevillanos siguen sufriendo una precariedad que ya es crónica o el azote del desempleo, pues continuamos instalados en los 70.000 parados, que siguen viendo cómo se desahucia a dos familias al día, que no encuentran otra salida que la emigración… y que todavía viven en una ciudad con siete de los 15 barrios más pobres del país.

Y es que no se puede ser de izquierdas y mirar constantemente a la derecha porque eso trae consigo que el programa Zonas vuelva a estar paralizado desde el año pasado, que las listas de espera para conseguir una cita con los servicios sociales se prorroguen durante meses, que los CIAM sigan sin reforzarse ni ampliarse a todos los distritos… Una triste realidad que no se oculta ni se soluciona con la celebración de cumbres mundiales de turismo, ni con la apertura de nuevos hoteles, ni poniéndole alfombras rojas a Barack Obama.

Porque una cosa es mimar al turismo, algo en lo que evidentemente estamos de acuerdo, pero siempre teniendo presente lo importante. Que el fenómeno no acabe comiéndose a la ciudad, que los vecinos puedan seguir viviéndola y los pequeños comerciantes puedan mantener sus negocios con vida. Algo que no está facilitando el gobierno local, que no solo no establece medidas para limitar los pisos turísticos y las franquicias que copan cada vez más el centro, sino también restando dinero de las partidas destinadas a los barrios más desfavorecidos para montar una cumbre en la que encima han tratado de vender suelos y patrimonio al mejor postor.

Y todo esto mientras los sevillanos se ven sin posibilidades para tener una vivienda digna. Porque además de que la presión turística sigue subiendo los precios, el Plan Municipal (que Espadas aprobó de tapadillo) es una muestra más de que el gobierno local vive de espaldas a la realidad de los vecinos de Sevilla. Pues el documento, lejos de fomentar el alquiler, insiste en la venta de pisos, cuando la situación socioeconómica de los sevillanos demuestra que mayoritariamente no pueden permitirse un piso en propiedad. Mientras tanto, la ciudad se corona como la capital con más hoteles de toda la comunidad andaluza y la que cuenta con menos bibliotecas, según el informe Andalucía pueblo a pueblo, del Instituto Andaluz de Estadística y Cartografía.

Un documento que también avisa: la capital hispalense cuenta con 688.711 habitantes de los que el 19% son menores de 20 años. Un porcentaje que coloca a la ciudad como la tercera andaluza con menos población joven. La falta de oportunidades, la precariedad y la dificultad para acceder a una primera vivienda ponen en bandeja la salida de los jóvenes sevillanos, que siguen sin encontrar las circunstancias idóneas para volver. ¿Y qué se ha hecho en estos cuatro años por evitarlo? Aprobar un conjunto de medidas, a instancias de IU, que luego el gobierno local ha ignorado sistemáticamente.

Y es que cuando se juega a improvisar, a quedar bien con unos y con otros, y a tratar de gobernar en minoría absoluta pasan estas cosas. Y quienes lo pagan son los ciudadanos que cuatro años más tarde han tenido más de lo mismo. Porque el gobierno de Juan Espadas ha sabido vender muy bien nuevos planes integrales, pero no se han dotado de partidas presupuestarias y, cuando se ha hecho, no se han ejecutado, porque los fondos europeos se dejan morir hasta que suena la alarma de una denuncia por parte de nuestro Grupo en el Parlamento Europeo.

Mientras tanto los vecinos y vecinas siguen viendo cómo pasa el tiempo y sus problemas se cronifican. Porque a Espadas se le ha puesto cara de Zoido y, entre uno y otro, poca diferencia ha existido. Y como muestra un botón. Por mucho que hace cuatro años criticara las privatizaciones del PP, el PSOE ha mantenido el contrato de Parques y Jardines, ha seguido con la estrategia en el IMD y ha privatizado de facto el mantenimiento de los edificios municipales a base de contrataciones externas. Por no hablar de la imprenta municipal, de los incumplimientos con los sindicatos, etc, etc. Porque defender el empleo público queda muy bien, pero luego aplicar lo prometido, es otro cantar. Y Espadas se ha dedicado a gestionar planes de la Junta y poco más.

Porque a la hora de hablar de empleo, el gobierno local también tiene un papel clave a la hora del desarrollo de los suelos de la ciudad. Pero el PSOE ha apostado por saturar Sevilla de centros comerciales: Pelli, Palmas Altas, Batán… Y no conforme con eso, el poco suelo industrial que hay, como Altadis, se quiere destinar a uso terciario. Es decir: abrir la puerta a la posibilidad de que sea otro centro comercial… o un hotel como en el antiguo Banco de Andalucía, Vilima, el edificio de El Corte Inglés de la Magdalena o la Gavidia.

En estos cuatro años también han intentado vender la etiqueta de la transparencia y de la participación. Pero a la hora de la verdad, más allá del famoso referéndum de la Feria, por el que pasará a la historia de la ciudad, el concepto no ha pasado de colgar en la web una encuesta y para de contar. Ya avisamos de que el programa “Decide” no era más que una mala copia de los presupuestos participativos y no nos equivocamos. Se acaba el mandato y seguimos esperando la descentralización de los Distritos y el esperado Reglamento de Participación Ciudadana.

Como también es muy esperado el Plan de Movilidad Urbana Sostenible. Ese que empezó a redactarse al comienzo del mandato y que sigue en el aire. Ese que impedía aplicar determinadas medidas para mejorar el tráfico en la ciudad porque dependían del plan, pero a la vez el gobierno ha ido otras propuestas vinculadas a la movilidad sin problema. Por ejemplo, la conexión en bicicleta por el centro de la ciudad facilitando la circulación en contrasentido, no ha sido posible; pero plantear tres nuevos parkings junto al Casco Antiguo, fomentando así el uso del vehículo privado, para eso no ha habido inconveniente.

Porque esa es otra, Sevilla se vende como capital verde europea, pero no es que esté haciendo méritos este gobierno municipal. Después de haber criticado la tala que Zoido acometió en Almirante Lobo, Espadas ha hecho lo mismo, pero en todos los barrios de la ciudad. Especialmente sangrante fue el caso de la avenida de Cádiz. Al PSOE parece que la etiqueta del ecologismo le dura lo que tarda en llegar un megaproyecto que vender pues, tanto en su plan para ampliar el tranvía -que se quedó paralizado y Espadas sin su foto- como en la remodelación del antiguo mercado de la Puerta de la Carne, la pérdida de ejemplares es más que evidente y el gobierno lo ha asumido en ambos casos sin sonrojarse.

Como tampoco ha tenido mucho pudor a la hora de subirse al carro del feminismo deprisa y corriendo cuando la derecha radical entró en la administración andaluza. Entonces, y por sorpresa, decidió instalar las paradas antiacoso que se habían aprobado en pleno meses antes a instancias de IU. Como necesitaba captar la atención de los medios el resultado es el que es. Unas pocas paradas preseñalizadas, de morado eso sí, para que quede bien claro dónde puede bajarse una mujer víctima de violencia machista. Ni estudio previo, ni negociación con los colectivos feministas, con las vecinas o al menos con los trabajadores de Tussam. Y a esto le sumamos la falta de recursos que siguen sufriendo los CIAM, la necesidad que tienen algunos barrios de este servicio…

Siendo consciente que a poco menos de un mes de las elecciones, el gobierno liderado por Juan Espadas no puede decepcionar más de lo que ya lo ha hecho, presentamos en el último Pleno ordinario del mandato una singular moción que tiene como meta hacer un balance de estos cuatro años de parálisis (cuando no de retrocesos) y señalar los objetivos principales que nos marcamos para el próximo mandato, donde el pan, trabajo y techo seguirán siendo nuestras señas de identidad:

  • Promover políticas activas de empleo que vayan más allá del mero asistencialismo y fomenten condiciones laborales dignas y de calidad.
  • Combatir las violencias machistas y dotar a todas las políticas municipales de una perspectiva de género.
  • Poner en marcha las políticas necesarias para luchar contra el cambio climático en materia de movilidad urbana sostenible, protección del medio ambiente y en la gestión adecuada de las zonas verdes de la ciudad.
  • Apostar por la gestión pública de las instalaciones del Instituto Municipal de Deportes, fomentando y desarrollando el deporte de base.
  • Reforzar, estabilizar y dignificar la plantilla de los servicios sociales para blindar una atención digna y de calidad.
  • Garantizar una oferta suficiente de viviendas en alquiler que responda a la realidad socioeconómica de nuestra ciudad así como regular y limitar el fenómeno de los pisos turísticos.
  • Reforzar la plantilla municipal y los servicios públicos dotándolos de los medios materiales y humanos necesarios para el desarrollo de su labor, estableciendo un diálogo constante con los representantes de los trabajadores y trabajadoras.
  • Modificar el Reglamento de Participación Ciudadana y de Juntas Municipales de Distrito para promover una participación real y vinculante.
  • Construir una ciudad como espacio educativo colaborando con la comunidad escolar y garantizando unas infraestructuras dignas.
  • Defender un modelo cultural más allá de los eventos turísticos, descentralizándolo en los barrios y garantizando el acceso a toda la población.

Plan Estratégico 2030: un buen documento con un gobierno (por ahora) sin credibilidad

Intervención en el Pleno de aprobación del Plan Estratégico

Desde el primer momento, desde Izquierda Unida hemos compartido la necesidad de tener una planificación estratégica, hemos mostrado el compromiso de nuestra formación en las diferentes comisiones ejecutivas y grupos de trabajo del Plan Estratégico.

Lamentamos que haya grupos en este Pleno que hagan de la labor de tanta gente, de un consenso trabajado durante meses, un arma arrojadiza en tiempos preelectorales. Por eso, pese a las deficiencias, desde Izquierda Unida votaremos que sí y vemos además muy necesario que pase por este Pleno.

El proceso, que empezó con algunas carencias y con un documento bastante cojo, ha ido mejorando y enriqueciéndose con las aportaciones de las diferentes entidades e instituciones, a las que desde aquí también felicitamos por el trabajo.

Aún recuerdo el primer borrador en el que ni se hablaba de pobreza ni de desigualdad: cuando es el principal problema de esta ciudad y el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de los que tanto hace gala el gobierno.

Desde IU entendemos que la brecha social no se puede tratar como un compartimento estanco sino que debe impregnar todos los campos de la planificación estratégica  porque, al final, a las personas más vulnerables cualquier otra cuestión les afecta más: les afecta más los problemas de movilidad, les afecta más el cambio climático, o la falta de equipamientos…

Se habla también de gobernanza y de participación ciudadana pero hay que incidir en que el Plan Estratégico Sevilla 2030 no ha contado con una verdadera participación ciudadana, no hemos sido capaces de que este documento salga de los agentes sociales y las instituciones y vaya más allá.

Pongo un ejemplo, el otro día (en esta ciudad que presume de ser universitaria) nos reuníamos con los representantes de los estudiantes de la Universidad de Sevilla y de la Pablo de Olavide y ni habían escuchado hablar del tema: hacemos una planificación hasta 2030 sin contar con la generación que tendrá que ser protagonista en ese 2030. Sabe el alcalde que hicimos hincapié en la necesidad de implicar a la juventud en este proceso… y ahí se ha quedado corto.

Hemos incidido en que era fundamental tener una visión metropolitana para atajar todas las estrategias, nos parece fundamental que se hable del establecimiento de foros permanentes de cooperación entre los municipios del área metropolitana… algo que, en este mandato, ha brillado por su ausencia y que Sevilla debe liderar como capital que es.

Como ven: una de cal y otra de arena. Porque aún estando de acuerdo con la necesidad de este Plan Estratégico Sevilla 2030, no podemos negar nuestro asombro con que aquí se saque pecho de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible que sigue sin existir, de unos Planes Integrales que están infradotados, de un seguimiento del PGOU y de unas mesas sectoriales, que han existido pero cuyas conclusiones siguen en un cajón; o de un Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible que, a todas luces, es insuficiente.

En definitiva, estamos ante un buen documento pero con un gobierno sin credibilidad para ponerlo en marcha.

 

Una ciudad que cuide su pequeño comercio

El otro día presentábamos el programa económico de Adelante Sevilla en la sede del Colegio Profesional de Economistas y hablábamos de una clara apuesta por el cambio de modelo productivo y por la redistribución de la riqueza.

Pero… ¿qué quiere decir eso de «cambio de modelo productivo»? Cuatro palabras que últimamente se repiten hasta la saciedad y por representantes de un amplio espectro ideológico pero que pocas veces se concreta. Hoy, en una visita junto a Alberto Garzón a Sevilla, hemos dado cuenta de lo que supone para nosotras esas cuatro palabras, aterrizando en el pequeño comercio de barrio.

No nos podemos olvidar que el comercio minorista dinamiza la vida de los barrios, distribuye la riqueza (evitando que toda caiga en unas pocas manos), potencia la economía de la zona con productos locales creando capital social y actualmente está viéndose seriamente amenazado por la burbuja del turismo y la de los centros comerciales

Hoy se inaugura la cumbre mundial del turismo WTTC en Sevilla; una ciudad que, poco a poco, se está convirtiendo en un parque de atracciones pensado únicamente para el extranjero que viene a visitarnos, donde se expulsa del centro histórico a los vecinos y vecinas con la proliferación de los pisos turísticos y también a los comercios de barrio con la aparición de nuevos negocios de hostelería, franquicias o multinacionales. Todos y todas somos conscientes de este proceso, pero se siguen sin poner en marcha medidas que alivien la presión turística en Sevilla y que eviten el colapso que ya están viviendo otras ciudades de nuestro entorno.

Si el modelo devorador actual de turismo ya está copando el Casco Antiguo, con nefastas consecuencias para sus vecinos, la próxima zona a explotar es el barrio de Triana y lamentablemente Espadas se ha prestado a ello declarando como Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) parte del arrabal. Por eso, es fundamental utilizar criterios de interés general y sociales para la solicitud de la declaración como ZGAT, en lugar de criterios basados en el interés comercial de los grandes formatos comerciales (hay que recordar que el PSOE quiso llevar esta nueva zona hasta el nuevo centro comercial de la Torre Pelli).

Y es esa, por otro lado, otra de las amenazas al comercio minorista: las grandes superficies comerciales. En este mandato hemos visto cómo desde el gobierno municipal se han promovido dos nuevos centros comerciales (modificando el uso del suelo en el PGOU en uno de los casos y «trasvasando edificabilidad» en otro para contentar a los promotores) mientras se inauguraba un tercero: Sevilla Park, Palmas Altas y Torre Sevilla. Algo inaudito si tenemos en cuenta que, según la propia auditoria encargada por el Ayuntamiento, una de nuestras debilidades es el superávit de superficies comerciales.

La gentrificación, el fin de la renta antigua, la burbuja turística y la falta de garantías para el inquilino (el comerciante) en la actual Ley de Arrendamientos Urbanos está provocando una subida de los alquileres de los locales comerciales desproporcionada. Esta situación provoca el cierre de pequeños comercios con la aparición de franquicias o multinacionales que pueden permitirse unos alquileres mayores. La desregulación de este mercado, que queda en manos del “mejor postor”, afecta directamente al comercio minorista de la ciudad. En este sentido, admitiendo la escasa capacidad que tiene el Ayuntamiento para regular esta cuestión, proponemos que se elabore un estudio diagnóstico de la situación de estos alquileres así como instar el Gobierno de la Nación a una revisión de la mencionada Ley.

Proponemos también, como ya está trabajando la ciudad de Málaga, modificar las ordenanzas necesarias para controlar la concesión de licencias en los locales que se queden vacíos para evitar la saturación en el Centro Histórico. La idea sería proteger al pequeño comercio y tradicional, buscando una mayor mezcla en la oferta del Centro, con idea de que la hostelería y las franquicias de multinacionales no ocupen la mayoría de los locales de cada manzana del casco antiguo. Eso supondría establecer un sistema para el control de la concesión de licencias en aquellas zonas saturadas, para fomentar así la llegada de otros negocios que complemente el centro y reduzcan los problemas asociados a la hostelería (como mayor nivel de ruido y ocupación de la vía pública) y a las multinacionales (pérdida de empleo y de identidad).

Parece también obvio que urge adaptarse a las Nuevas Tecnologías, de ahí la importancia de la digitalización del comercio de proximidad. Nos comprometemos a impulsar el asociacionismo en este sector para la creación de plataformas de ventas online y a modificar el reglamento del Consejo de Comercio de Sevilla para que sea más ágil y más participativo, dando mayor peso a las asociaciones de comerciantes y agentes sociales de la ciudad.

Otra propuesta recogida en el programa de Adelante Sevilla es la creación de un “sello de calidad”, éste serviría para reconocer y destacar a los comercios que tienen implantadas unas medidas dirigidas a ofrecer y facilitar a sus clientes un servicio y atención que les diferencien de otros establecimientos y que el cliente que entre en el establecimiento que cuente con este sello, sepa que puede esperar un servicio y atención al cliente diferenciado.

Para afianzar el comercio de barrio, también proponemos fomentar la transmisión de negocios a través del relevo generacional evitando su cierre y proporcionando nuevos empleos, algo tan sencillo como crear un espacio web donde se puedan poner en común las ofertas y las demandas.

Y ya para terminar, a todas estas propuestas hay que sumar dos cosas básicas si queremos una ciudad que cuide su pequeño comercio: la limpieza y la seguridad. Necesitamos barrios limpios y seguros (más allá del Centro Histórico) para afianzar y defender el comercio minorista, queremos poner en marcha la Mesa por la Limpieza para analizar la situación actual en los barrios y plantear soluciones de forma participativa junto a representantes de la plantilla de LIPASAM, vecindario y comerciantes y también reestructurar la planificación y horarios de los circuitos de limpieza. Es necesario que la conocida como “policía de barrio” pase a ser una realidad y dejemos de marear a las asociaciones vecinales con supuestas pruebas pilotos, hace falta una atención de proximidad que garantice la convivencia social.

En definitiva, hace falta un gobierno valiente que supere las promesas de crecimiento a toda costa, que haga frente a las multinacionales y franquicias, que se empeñe en combatir el monocultivo turístico en nuestra ciudad y que atienda las demandas de todas esas familias a las que no les es fácil levantar la persiana de su negocio todas las mañanas.

No podemos seguir haciendo las políticas de siempre, no podemos seguir modificando el PGOU bajo el canto de sirenas de los grandes inversores o seguir lamentándonos de que Sevilla pierde su comercio tradicional a costa de heladerías y hamburgueserías sin llevar a cabo políticas transformadoras que, desde lo local, hagan frente a un sistema para el que todo es negocio.

Por unos planes integrales que no sean papel mojado

Vivimos en una ciudad que vuelve a las 70.000 personas desempleadas y donde las estadísticas de los Servicios Sociales (según una respuesta escrita del gobierno dada a IU) es de una media de 3.000 citas en espera y 700 días de demora para las personas que piden algún tipo de ayuda social.

Recientemente solicitamos desde nuestro Grupo Municipal la copia de los diferentes planes integrales aprobados en el Ayuntamiento (Polígono Sur, Torreblanca, Su Eminencia, Vacie, Tres Barrios-Amate y Palmete) dado que no se encuentran en la web del Consistorio.

El último en aprobarse, el de Torreblanca en verano de 2018, pasó por el Pleno como una simple comunicación oficial sin ningún tipo de debate y sin una mínima base presupuestaria. Es un texto que sólo se mueve en el plano de las generalidades y las buenas intenciones y es que el PSOE vuelve a confundir, una vez más, participación ciudadana con información; dado que muchas de las asociaciones que realizaron aportaciones al documento no pudieron dar el visto bueno final.

La falta de compromiso del gobierno de Juan Espadas (PSOE) con los barrios más desfavorecidos de la ciudad quedó nuevamente patente en su proyecto de presupuesto para 2019, donde brillaban por su ausencia las partidas destinadas a combatir la emergencia y exclusión social en las zonas con más necesidades de Sevilla.  

La dotación económica prevista en los planes integrales para hacer frente a los graves problemas de estos territorios vuelve a quedarse en los 144.000 euros. Una cuantía vergonzosa a tenor de la que está cayendo en Sevilla, donde se encuentran siete de los quince barrios más pobres del país.

Entrando al detalle, en el proyecto de presupuesto del PSOE para el 2019 sólo se contemplan 12.900 euros para el Plan Integral de Polígono Norte, 59.000 euros para el de Tres Barrios Amate, 29.000 euros para el de Su Eminencia, 15.500 euros para el de Palmete, 17.500 euros para el del Polígono Sur y 10.500 euros para el de Torreblanca. Con estas cantidades bien poco se puede hacer y es que estas partidas constituyen un insulto a las miles de familias que lo están pasando mal y a todas esas entidades vecinales que creyeron y trabajaron en el Plan Integral de su barrio.

Contrasta la irrisoria cuantía de 144.000 euros que Espadas pretende destinar nuevamente a los planes integrales de los barrios con más desigualdades de la ciudad con los 907.500 euros que, en cambio, ha consignado para la Cumbre Mundial del Turismo que se celebrará en Sevilla del 2 al 4 abril. Una comparativa que evidencia cuáles son las prioridades de este gobierno, y que se puede apreciar de forma gráfica en la siguiente imagen:

Por seguir comparando, para la Feria de Abril del año 2018 el gobierno aumentó en un 25% el gasto destinado a la celebración de recepciones protocolarias en la Caseta Municipal hasta los 62.000€. Este gasto es el equivalente al presupuesto que ese año el Ayuntamiento pretende destinar a los planes integrales del Polígono Sur, Torreblanca y Su Eminencia juntos.

Atendiendo a la última Cuenta General aprobada (la del año 2017), podemos observar que de cada 10 euros destinados a la atención a las personas con más necesidades se han dejado sin gastar 3 euros. Ese 30% parecerá poco pero, para una ciudad que es noticia por tener altos índices de pobreza, es una cifra que debería sonrojar al gobierno.

Si calculamos la ejecución de los Planes Integrales, observamos que sólo se gastó el 42,15% en su conjunto (en los casos del Polígono Sur o del Polígono Norte se ejecutaron cero euros durante el año 2017). Se puede ver el detalle en la siguiente imagen:

Las partidas hasta ahora existentes en el presupuesto para los diferentes planes integrales son de gastos corrientes y ni se contempla presupuesto para personal, ni para inversiones o ayudas.

Si analizamos los documentos aprobados de los diferentes planes integrales, observamos que no tienen presupuestos concretos para las medidas a adoptar y que se limitan a un diagnóstico socioeconómico de los diferentes barrios y a un listado de propuestas de diferentes áreas municipales.

Ante esta situación, en el próximo Pleno presentaremos una moción para que, por una parte, se den a conocer todos los planes integrales aprobados por el Ayuntamiento y se pueda hacer un seguimiento claro y preciso, garantizando un control público de la ejecución de las diferentes actuaciones previstas en los mismos desde la web municipal.

Urge  también realizar una evaluación de los diferentes planes integrales para incluirles un anexo presupuestario donde se contemplen los costes estimados de las diferentes actuaciones, así como las administraciones o áreas municipales competentes y dotarlos de forma anual de partidas de inversiones a los diferentes programas de los planes integrales.

O nos tomamos en serio la lucha contra las desigualdades, planificando y concretando medidas en cada uno de los barrios, contando con la participación del vecindario y garantizando una verdadera evaluación de las políticas públicas… o todo lo que aprobemos en el Pleno será simple papel mojado.

Cuatro años de pinchazos

Uno de las primeras cosas que hizo el actual alcalde del PSOE, Juan Espadas, fue hacerse una foto con el entonces consejero de Fomento de la Junta para anunciar el impulso al Plan Andaluz de la Bicicleta y a la intermodalidad que se daría durante su mandato.

A dos meses de las elecciones, y echando un poco la vista atrás, de todo aquello solo quedó eso: el titular y la foto. La clásica campaña de marketing a la que ya nos tiene acostumbrados Espadas.

En estos cuatro años el PSOE, como previamente hizo el PP, ha vivido de las rentas en materia ciclista que dejó IU cuando estuvimos en el Ayuntamiento de Sevilla. Un mandato que ha pasado sin pena ni gloria y cuyo máximo hito es la redacción de un plan municipal de la bicicleta que queda precioso en el papel, tanto que le acaban de dar un premio la Red de Ciudades en Bicicleta, pero que no llega a hacerse realidad.

La política ciclista de Espadas ha funcionado a base de parches. Del carril mil veces prometido a Valdezorras seguimos sin noticias, el desarrollo de nuevos tramos para conectar la zona norte, la biciestación de San Bernardo, la colocación de ciclocontadores, la prometida aplicación del contrasentido en determinadas calles del centro para garantizar la circulación ciclista en los ejes norte-sur y este-oeste en el centro, la promoción entre colectivos que hacen un uso menor de este medio de transporte sostenible… todo eso está pendiente también.

Por ser justos, se han colocado un puñado de bicicleteros -en muchos casos sin estudiar previamente la ubicación (en zonas de sol, alejados de edificios…)-, unas cuantas conexiones de carriles existentes, y eso sí, se ha abierto una oficina de la bicicleta junto a los jardines de Murillo. O eso vendieron. Porque esa supuesta oficina es en realidad un bar con veladores, mientras el servicio municipal (mezclado con otras tareas como la accesibilidad universal) está en la sede de Urbanismo en la Cartuja.

Y del mantenimiento mejor no hablar. Porque habría que recordar que el carril bici estuvo todo un año sin conservación. Y todo esto mientras Espadas promueve nuevos aparcamientos junto al centro, que solo van a fomentar el uso del vehículo privado. Pero ponerse la medalla de la movilidad sostenible y recoger premios se nos da de lujo.

¿Todo esto qué ha dado como resultado? Que lejos de alcanzar las promesas de aumentar los desplazamientos ciclistas, éstos siguen en descenso. Y es que Sevilla, que en 2006 vivió un boom ciclista, lleva ya demasiado tiempo sufriendo pinchazo tras pinchazo en políticas de fomento de la bici.

Sevilla necesita con urgencia un demarraje, dejar atrás las falsas promesas y los anuncios vacíos y ponerse a aplicar con seriedad un calendario de acciones concretas -algo que no contempla el plan municipal- con las que regresar a la cabeza de la movilidad ciclista y ser esa ciudad sostenible y habitable a la que aspiramos.

¿Qué está pasando con el Plan de la Bicicleta que acaba de recibir un premio? Simple y llanamente, que no se está cumpliendo:

  • No se cumple en las licitaciones que se aprueban. Por ejemplo el Plan contempla un presupuesto en mantenimiento de 1.225.206 euros para los años 2019 y 2020, mientras que el contrato aprobado sólo tiene previsto 563.000 euros.
  • No se cumple en los plazos previstos para las actuaciones ni en los presupuestos de inversiones anuales. En la gráfica de abajo podemos ver la diferencia entre lo previsto y lo finalmente ejecutado de las actuaciones recogidas en el plan para cada año:
  • Tampoco se cumple el plan cuando al alcalde se le ocurre eliminar el carril bici de la Cruz Roja y propone, a la ligera, trasladarlo a la avenida de Miraflores.

En definitiva, lo que Sevilla necesita es un gobierno que no esté dando banzados en materia ciclista y que cumpla con lo que aprueba. Urge recuperar la Oficina Municipal de la Bicicleta con la función de coordinar todas las políticas de fomento de la bicicleta, sin que se dividan las competencias entre Urbanismo o Movilidad y sin que se mezcle con un batiburrillo de asuntos. Urge garantizar el adecuado y efectivo cumplimiento del Plan Director de la Bicicleta aprobado, dotándolo de presupuesto anual y de mecanismos de seguimiento y evaluación. Y urge también participar y exigir el cumplimiento del Plan Andaluz de la Bicicleta, comprometiendo para ello los recursos de personal y financieros necesarios con el objetivo conservar, extender y mejorar la actual red de vías ciclistas, promoviendo su conexión con las redes metropolitanas.

Un ecologismo artificial, como el césped

La lucha contra las desigualdades es, sin duda, uno de los principales retos en nuestra sociedad. El «fin de la pobreza» es el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible promovidos por la Naciones Unidas: erradicar la pobreza en todas sus formas sigue siendo uno de los grandes desafíos que enfrenta la humanidad.

Una de cada diez personas en el mundo vive en la pobreza extrema, la mitad de esas personas son niños y niñas. Tampoco a nivel local nos salvamos de estas vergonzosas estadísticas y es que, año tras año, lideramos los rankings de barrios más pobres del país. Barrios de Sevilla con el 60% de paro, con el 20% de la población analfabeta («ciudad inteligente» dicen que queremos ser) o con grandes zonas de infravivienda.

Es el mercado, amigo. El afán de unos pocos por enriquecerse no sólo genera desigualdades, sino también agota los recursos del planeta de forma indiscriminada. El sistema capitalista se basa en la explotación intensiva de las personas pero también del medio natural y sus recursos buscando un crecimiento económico ilimitado.

Más de la mitad de la población mundial reside en ámbitos urbanos y es ahí donde se produce el consumo de recursos más importante y la mayor emisión de gases contaminantes. Por eso no podemos dejar de hacer frente tampoco al cambio climático (que también afecta más a los que menos tienen) desde el ámbito local.

Cuando en el Pleno de septiembre de 2018 el gobierno presentó el “Protocolo de Actuación en episodios de contaminación del aire en la ciudad de Sevilla”, ya dijimos que era muy poco ambicioso. Que los umbrales que se establecían para activar los niveles de aviso o alerta eran demasiado altos y que, mientras que otras ciudades establecían restricciones del tráfico, nosotros íbamos a estar avisando por pantallas de los niveles de partículas contaminantes… y pasó. En este tramo final del invierno con temperaturas primaverales y azahar colgado de todos los naranjos, hemos visto cómo los niveles de contaminación se disparaban en todo el país. Mientras que ciudades mucho más pequeñas que la nuestra, como Gijón, Oviedo o Valladolid, adoptaron medidas de restricción de la circulación y la velocidad de los vehículos para reducir las emisiones de contaminantes a la atmósfera… en Sevilla seguíamos mirándonos el ombligo y desoyendo las recomendaciones de todos los expertos.

Ante este último episodio, el gobierno argumentó que cuando se superan los niveles de partículas en suspensión hay que activar las medidas necesarias «si no se detectan por parte del Ministerio de Medio Ambiente masas de aire africanas”. Pero lo que dice en realidad el Protocolo de Actuación es que en presencia de masas de aire africanas «se podrían reconsiderar» los niveles de preaviso, aviso o alerta. ¿Hacia dónde se reconsidera? Pues obviamente hacia la dirección menos proteccionista.

La forma de abordar esta problemática por el gobierno actual está siendo simplemente la de ponerse la etiqueta ecologista. Presumir y aspirar a ciegas (y con mascarilla) a ser Capital Verde Europea mientras que cualquier municipio de tu entorno te da mil vueltas, presumir de reurbanizaciones sostenibles y que respetan el medio ambiente mientras llenas las calles, plazas y alcorques de césped artificial (de plástico verde, eso sí), presumir de proyectos de drenaje sostenible en la avenida del Greco (donde sigue habiendo más cemento que zonas ajardinadas) mientras te gastas siete veces más en un tanque de tormentas en Kansas City que es la antítesis de la sostenibilidad o la ecoeficiencia.

Frente a la política de etiquetas sin trasfondo a la que tanto nos tiene acostumbrados Juan Espadas y a esa actitud inmovilista para no molestar a las fuerzas reaccionarias de la ciudad y a sus articulistas de salón, defendemos un proyecto vinculado a la idea de una ciudad saludable, cohesionada, accesible, con aire limpio y verde, comprometida con la lucha contra el cambio climático… desde la valentía, sin ambigüedades y sin miedo a lobbies. Y es que es, precisamente eso, en lo que ha fallado el alcalde: en la falta de valentía, en el cúmulo de ambigüedades y en la dinámica de plegarse a quienes no quieren transformar esta ciudad.

¿Puede una ciudad a modo de “aldea gala” acabar con el cambio climático? Obviamente no, estamos ante un reto global. Pero esa no puede ser la excusa para lanzar balones fuera o para abordarlo poniéndonos simplemente la etiqueta verde. Si queremos hacer viable y sostenible el planeta no queda otra que ir a la raíz de los problemas e, igual que en el caso de las desigualdades socioeconómicas, tratarlo como una cuestión transversal: reduciendo el consumo y repartiendo los recursos de forma equilibrada, afrontando este problema también desde la educación y la sensibilización, potenciando un tejido productivo alternativo arraigado al territorio, fomentando las energías renovables, la rehabilitación o la conformación de ciudades cada vez más cohesionadas. Tenemos la responsabilidad de dar soluciones a este reto global también desde lo local; y es que sin planeta no habrá Ayuntamientos, ni de izquierda transformadora ni de derechas. 

El eterno e inútil «debate» sobre el metro

Para preparar este Pleno hemos hecho un interesante ejercicio de retrospectiva para saber cuántas veces ha traído el Partido Popular el tema del metro a debate en este mandato: octubre de 2015, noviembre de 2016, febrero de 2017, marzo de 2018 y ahora en febrero de 2019. Una vez por año.

Insistencia que no implica de por sí que estén ustedes muy preocupados por el metro, más allá de usarlo como reclamo electoral para la búsqueda del voto fácil. Para los anales de la historia quedarán aquellas fotos de Zoido paseándose por la ciudad con bocas de metro de cartón pluma o aquella recogida de firmas promovida por el PP en la que pedía no ya la línea 2 o todas las líneas a la vez, se pedía hasta la línea 5… que no está ni recogida en los diseños aprobados por la Junta. Un metropolitano del salón a la cocina, con parada en el cuarto de baño de cada sevillano y sevillana.

Cuando el señor Espadas, tan dado por desgracia al anuncio sin chicha y al PowerPoint bonito, anunció el preacuerdo para construir media línea 3 hasta Pino Montano… el Partido Popular intentó crear cierto alboroto con los vecinos de Sevilla Este con el consiguiente dolor de cabeza para el PSOE. Exigían por aquel entonces que se hicieran todas las líneas a la vez… ya de la línea 5 no hablaban, no sabemos si por despiste o porque les dio un ataque de sensatez. Porque aunque ahora lo nieguen, sí… el PP ha planteado que se hicieran todas las líneas de metro en paralelo.

Ahora ya tampoco piden todas las líneas a la vez: solicitan la línea 2 de Sevilla Este hasta María Auxiliadora y la línea 3 de Pino Montano hasta el Prado. Oportunidad perfecta para que el PSOE se vaya a Los Bermejales a decirle a los vecinos que el PP se olvida de ellos.

Y aunque esto parezca de chiste, no es más que la triste realidad. Y es que el metro ha sido usado constantemente como arma arrojadiza entre el Partido Popular y el Partido Socialista. En vez de preocuparse por solucionar los problemas de movilidad de los barrios más alejados de la ciudad, sacan el metro a la palestra únicamente para pelearse.

Hablan en la moción de hoy de pedirle a la Junta (ahora en manos del PP) presupuesto para que se actualicen los anteproyectos… no presupuesto para construir, si no para actualizar anteproyectos. Que no sabemos muy bien a qué se refieren con esto: porque de pedir las obras de cuatro líneas a la vez a pasar de actualizar proyectos de dos medias líneas pues hay bastante diferencia.

Desde Izquierda Unida siempre hemos entendido que el diseño de la red de metro aprobado por la Junta de Andalucía era insuficiente: daba la espalda a barrios como San Jerónimo, Bellavista o Torreblanca y carecía de una concepción metropolitana al no unir la capital con las localidades limítrofes, que es donde se producen los mayores desplazamientos en nuestra ciudad.

Tampoco tiene sentido que las Líneas 1 y 2 no se crucen para convertir la estación de Santa Justa en un nodo intermodal a la altura de nuestra ciudad (con su correspondiente conexión al aeropuerto). En este sentido, quisiéramos agradecer a la asociación “SevillaSeMueve” su trabajo y sus propuestas para unir Nervión y Santa Justa conectando ambas líneas, lo que haría aún más innecesaria la ampliación del tranvía que no se aprobó, pero que Espadas sigue vendiendo.

Ideas y propuestas que están dentro de un concepto de ciudad y de un modelo de movilidad que ahora mismo el gobierno municipal no tiene. Cabe recordar que aún no tenemos Plan de Movilidad pero que el PSOE sigue dando bandazos y tumbos proponiendo cosas al tuntún sin ningún tipo de planificación. ¿Qué hay, por cierto, de las dos líneas de BTR que Ciudadanos había conseguido gracias a su apoyo a los presupuestos municipales?

Además, más allá de entender que el trazado propuesto era insuficiente, creemos que mejorar la movilidad en nuestra ciudad y tener de verdad una red de transporte consistente y útil no está reñido con la construcción en superficie. El propio PGOU vigente lo recoge así en el trazado de la Línea 3 por el centro, reestructurando la Ronda Histórica para convertirla en un boulevard. Se ahorra así tiempo, presupuesto y sirve además para mejorar nuestro entorno y tener una ciudad más habitable y sostenible.

También nos preocupa la mal llamada “colaboración público-privada” que ha hecho que la actual Línea 1 tenga un sobrecoste de más del 40% y que acabe en manos de un fondo de inversión extranjero. Los sevillanos no tenemos metro, es de los malayos.

Como decía: arma arrojadiza, debate eterno y manido que cíclicamente se trae a este Pleno con el único objetivo de confrontar y buscar titulares fáciles. En Izquierda Unida no vamos a ser partícipes del nuevo discursito del señor Pérez. Sigan enfrascados en el “y tú más”, sigan haciéndonos perder el tiempo en el Salón Colón con debates estériles… nosotros sí tenemos claro que Sevilla se merece más de lo que ustedes ofrecen y algo mejor de lo que está haciendo el PSOE.