De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades

Decía Carlos Marx, en su crítica al programa del Partido Socialista Obrero de Alemania, que con el objetivo de alcanzar la igualdad entre todos los hombre y mujeres en la fase superior de una sociedad socialista se aplicaría el principio de “De cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades”.

Con los pies en la tierra, y sabiendo que no estamos en una sociedad socialista… ni esta ciudad tiene un gobierno socialista, nos marcamos este principio de cara a trabajar en el proyecto de Ordenanzas Fiscales que nos propone el gobierno municipal.

Seguramente gran parte de los concejales aquí presentes no estarán de acuerdo con este principio marxista (y es que todo el mundo tiene derecho a equivocarse) pero seguro que todos estamos de acuerdo con lo que dice nuestra Constitución en su artículo 31:

Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.

La propia Ley General Tributaria recoge, textualmente,  que:

La ordenación del sistema tributario se basa en la capacidad económica de las personas obligadas a satisfacer los tributos y en los principios de justicia, generalidad, igualdad, progresividad, equitativa distribución de la carga tributaria y no confiscatoriedad.

La pregunta sería: ¿se cumplen estos principios en el proyecto de Ordenanzas Fiscales que debatimos hoy? La respuesta sería: sí… pero no.

Resumiendo:

  • Si bien es cierto que la ventana de progresividad sube por arriba a los mayores valores catastrales y mayores rentas.
  • También es cierto que esa ventana de progresividad por abajo no es tal. Desde Izquierda Unida no nos podemos conformar con la simple congelación de impuestos en el caso de las capas populares que peor lo están pasando por culpa de la crisis.

Por lo tanto, las enmiendas que ha presentado nuestro Grupo Municipal van encaminadas a eso:

  • A nivel general, aplicar criterios de progresividad a través de niveles de renta.
  • Ahondar en la progresividad “por abajo”, no nos podemos conformar con la congelación.
  • Y eliminar o limitar bonificaciones que nos parecen injustas: el esfuerzo económico lo tienen que hacer los grandes y las bonificaciones y ayudas tienen que estar dirigidas para los más pequeños. Y que se me permita el uso de estos adjetivos… creo que se entiende.

Acogemos de buen grado la creación de la nueva “Ordenanza de solidaridad social, impulso de la actividad económica y fomento del empleo” para recopilar la mayoría de las bonificaciones, aunque creemos que será necesario un esfuerzo adicional por parte del Gobierno Municipal para dar a conocer las bonificaciones que se recojan en las Ordenanzas finalmente aprobadas, para que ninguna persona que pueda acogerse a tales bonificaciones se quede sin hacerlo por falta de información.

El marco programático firmado entre mi fuerza política y la del gobierno (Señor Espadas, le dije que se lo recordaría, ¿verdad?) dice, textualmente:

“La palabra clave es desigualdad. Son momentos en que la brecha entre los que pasan necesidad y los que viven sobrados es cada vez mayor. Se hace necesario un vuelco a favor de la mayoría social que tenga en cuenta sus problemas y que cuente con un Ayuntamiento que esté de su parte”.

“Se hace necesario un vuelco a favor de la mayoría social”, esa es la clave. ¿El proyecto de Ordenanzas que presente el gobierno es “un vuelco a favor de la mayoría social”? Entendemos que tal y como se han presentado no… y entendemos, además, que hay margen de maniobra: de ahí nuestras enmiendas.

A los que se quedan en el discurso infantil y simplón de “bajar impuestos está bien, subir impuestos está mal”, desde Izquierda Unida le decimos que NO. Que no vamos a participar en ese juego, porque no se trata de subir o bajar impuestos, sino de quién tiene que pagar más y quién tiene que pagar menos. Y no porque lo diga este portavoz o Carlos Marx… les recuerdo los artículos normativos que he leído antes. Seamos serios, señores y señoras.

Y cuando digo ser serio: que no se nos olviden para qué valen las ordenanzas fiscales…

La política fiscal de un Ayuntamiento es una herramienta clave para poder garantizar desde lo público una serie de actuaciones sociales que hagan de los municipios lugares más justos y solidarios. No cabe duda que en los últimos años, a causa de la crisis económica, las necesidades sociales de las ciudades han incrementado. A Izquierda Unida no le vale con mantener el gasto social… hay que aumentarlo.

Frente a esa mayor necesidad de inversión social para apoyar a familias que lo están pasando mal, nos encontramos con un entramado de leyes del Gobierno Central que durante los últimos años han estado lapidando la autonomía local y han puesto el pago de la deuda (gracias a la reforma constitucional del artículo 135) por delante de cualquier inversión o gasto, incluso por delante de las necesidades más básicas de cualquier ciudadano.

La Constitución no sólo recoge el principio de progresividad para los impuestos, también se recoge la autonomía de los municipios. También el Estatuto de Autonomía de Andalucía reconoce que los municipios gozan “de plena autonomía en el ámbito de sus intereses”. La realidad es muy diferente: ese entramado de leyes, normas y reglamentos que regulan las haciendas locales coarta de forma extrema el margen de maniobra para alcanzar una autonomía plena en el ámbito competencial de los Ayuntamientos. De esta forma se convierte, una vez más, nuestros máximos textos legales en papel mojado.

Por eso traemos cuatro propuestas a debate, este es el momento… cuando estamos debatiendo las Ordenanzas Fiscales, que nos posicionamos:

  • Nos parece injusto que la SAREB esté exenta del pago de plusvalía. Esto pone de manifiesto para quién gobierna el Partido Popular. Salvan a los bancos mientras dejan a la deriva a las personas.
  • Denunciamos los acuerdos en materia fiscal y económica firmados entre el Estado español y la Iglesia Católica. Los privilegios fiscales para esta o cualquier otra confesión religiosa deben acabar.
  • Solicitamos que modifique el Reglamento General de Recaudación para permitir una mayor flexibilidad en el día del vencimiento de los plazos en caso de fraccionamiento o aplazamiento.
  • Y queremos que se inste al Gobierno Central a que regule a nivel estatal la definición de “vivienda desocupada con carácter permanente”… para poder aplicar el recargo del IBI de una forma mucho más sencilla y sin depender de otras normas.

Entrando en nuestras enmiendas… En el caso del IBI, optamos por el recargo sobre bienes inmuebles desocupados; el Ayuntamiento debe de poner en marcha todos los mecanismos posibles para garantizar la función social de la vivienda.

En cuanto al ICIO, proponemos la reducción del tipo para mejorar el sector de la construcción y de la rehabilitación, atendiendo a que la cacareada recuperación económica es una falacia.
Echamos en falta algunas bonificaciones: es el caso de las bonificaciones del IBI para viviendas de alquiler social de EMVISESA y AVRA, o la destinada a las familias en especial dificultad económica. En otros casos, las bonificaciones nos parecen injustas y proponemos limitaciones en el caso de las familias numerosas (para aplicar un criterio de renta) y en el caso de inicios de actividades económicas (limitándose al pequeño comercio).

Por justicia fiscal, y con los resultados de beneficios de las entidades financieras del primer semestre del año, nos parece insuficiente la subida propuesta para las tasas a los cajeros automáticos.

El criterio de progresividad está también presente en varias enmiendas relacionadas con el transporte público. Proponemos, además, la creación de un Bonobus Social para “trabajadores pobres”… esa nueva figura que lamentablemente es más normal de lo que creemos en nuestro país.

En el caso del IMD, proponemos más bonificaciones a los sectores con más necesidades y que no se limite las bonificaciones a personas en situación de especial dificultad económica (horarios, actividades y número de personas). Garantizando que el deporte es un derecho y no un negocio.

32 enmiendas en total, con su exposición de motivos… para quien las quiera leer. Se ha hecho un buen trabajo por parte de nuestro Grupo Municipal. Está feo que yo lo diga, pero quiero agradecer el trabajo militante de mis compañeras y compañeros.

Para terminar, esperamos que las enmiendas que presentamos se aprueben y de esa forma votar a favor de la propuesta que hoy nos trae el gobierno. Alerto sobre los tiempos, sobre las formas… entendemos que el Pleno de Ordenanzas se tiene que regular, con sus plazos, con sus tiempos… le recuerdo a todos los grupos que en este Pleno no hay ninguna mayoría porque así lo han querido las sevillanas y los sevillanos. Si queremos llevar a esta ciudad a buen puerto, no sirven las formas ni los métodos de antes.

Sea valiente señor Espadas, no sólo en las formas… también en el contenido. Hoy tiene la oportunidad de demostrarlo.

Publicado en Blog, Sevilla.

2 Comentarios

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  2. Pingback: Sobre el bonobús de mayores: inexactitudes, demagogias y electoralismos | El blog de @rojosevillano

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