Entrevista en El Mundo: «Llevo siempre encima el acuerdo con Juan Espadas para recordarle lo que firmó»

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Entrevista de Francisco Javier Recio para El Mundo (10/08/2015)

En Daniel González Rojas (Sevilla, 1988), Izquierda Unida depositó mucho más que la candidatura a la Alcaldía y la portavocía del grupo municipal. Es su apuesta de futuro en Sevilla después de la experiencia con Antonio Rodrigo Torrijos y José Manuel García, ambos imputados en los tribunales, y en medio de un escenario político en el que, tras la aparición de Podemos, IU busca su lugar en el mundo.

Enhorabuena. Mantener los dos concejales con la que está cayendo en la izquierda es digno de ser reconocido.

Es verdad que nos daban por muertos, pero hemos sobrevivido. Hombre, estamos contentos, aunque nos habría gustado conseguir más

Y aún más mérito para usted si se tiene en cuenta el pasado reciente de IU en el Ayuntamiento, con dos anteriores portavoces imputados.

Antonio Rodrigo Torrijos y José Manuel García no han sido ningún obstáculo. Defendemos su inocencia. No tenemos nada que ocultar en ese aspecto, y lo demostramos en el anterior mandato pidiendo en cuatro ocasiones una comisión de investigación. Esos compañeros han dado un paso al lado, pero no hay nada que ocultar.

¿Esas imputaciones le sirven de advertencia?

Me ponen de manifiesto lo que supone ser portavoz de IU en Sevilla. Es evidente que nos van a dar por todos lados. Somos un partido anticapitalista, y el capitalismo va a aprovechar cualquier grieta para atacarnos. Yo ya lo estoy padeciendo, pero estaba prevenido.

¿Cómo ha sido la transición de ciudadano de a pie a concejal?

Desde que me eligieron candidato el 14 de febrero no he parado, con una campaña detrás de otra. La llegada al Ayuntamiento ha sido sólo un paso más en ese proceso.

Hablando de ‘ciudadano de a pie’. ¿Cómo viene al Ayuntamiento?

Ahora que hace calor, en autobús. Después vendré en bici.

Ahora se pone en cuestión el uso del coche oficial. ¿Qué harán ustedes con el que les corresponde?

El coche es una herramienta de trabajo. Es verdad que en este país se ha hecho un mal uso del coche oficial, Ana Botella lo usó hasta para ir a la peluquería. La decisión que incluimos en el acuerdo con el PSOE es que los coches estuvieran asignados a los grupos, no a los portavoces. Lo usaré yo si me es necesario, y lo usará cualquier funcionario del grupo cuando haga falta.

El coche oficial, la limitación de sueldos… ¿Cree que en la política actual hay una exgeración en los gestos?

No podemos demonizarlo todo porque antes haya habido un abuso. Los políticos cobramos porque, como cualquiera, tenemos que comer y pagar el alquiler. Y si tienes que estar a las diez en un sitio y a las diez y media en otro, necesitamos un transporte. No por eso estamos derrochando ni somos unos vividores. Conste que en IU, por estatutos, cobramos el triple del salario mínimo desde hace tiempo.

Han sido ustedes implacables con Espadas en las primeras semanas. ¿Va a ser así todo el mandato?

Los ciudadanos nos han puesto en la oposición, y ése va a ser nuestro papel. No es una estrategia de unos meses, es nuestro trabajo.

Pero ustedes le han hecho alcalde. Sorprende esa dureza.

Le hemos hecho alcalde con un acuerdo programático, y le vamos a recordar a cada paso lo que firmó. Yo lo llevo siempre encima, en el bosillo de la chaqueta. Esto no es un gobierno de coalición.

En esa forma de hacer oposición, ¿hay también una estrategia para remarcar su personalidad frente a Participa Sevilla?

No. Participa tiene su forma de trabajar, ellos verán.

Haga balance de la gestión de Espadas en estos dos meses.

Está anunciando mucho y haciendo poco. Le pongo un ejemplo: vendieron las oficinas antidesahucio a bombo y platillo. Nosotros llamamos a las unidades de trabajo social y no existían tales oficinas. Ese tipo de actitudes nos preocupa. Pero también valoramos que se mantenga dentro del acuerdo.

Da la impresión de que los planteamientos económicos de Espadas están más cerca de los del PP que de los suyos. ¿No teme que cuando llegue el momento de adoptar grandes decisiones les dé la espalda?

Que el PSOE está en muchos ámbitos más cerca del PP que de nosotros es indudable. Son dos caras de la misma moneda. Si Espadas quiere echarse en los brazos de Zoido, él sabrá lo que hace. Nosotros no le vamos a apoyar en todo.

¿Y los presupuestos?

Espero que no lo haga en los presupuestos, por el bien de los ciudadanos. Ahí es donde van a estar las prioridades: plan de empleo, servicios públicos… Si en ese momento recurre al PP, sería un incumplimiento de nuestro acuerdo.

¿Y?

Desde luego, no apoyaríamos los presupuestos. Y, al día siguiente, ya se verá.

Aparte del de los muñecos, ¿hay más comentarios polémicos en su Twitter? Más que nada, para ahorrar a muchos seguir buscando…

Bueno, depende de lo que se entienda por polémico… Tengo la conciencia tranquila. Nunca he amenazado, nunca he escrito nada que se me pueda recriminar.

¿Están siendo mirados con lupa por un sector de la ciudad?

Sí. Es lo que le decía de los anteriores portavoces…

Bueno, eso es diferente, ahí hay imputaciones judiciales.

Me refiero a las críticas que han recibido. Se cumplen los mismos cánones desde Luis Pizarro. Cualquier cosa sirve para machacarnos. Preferiría que hicieran crítica de la labor política que hacemos y no de si hablamos de solsticio de invierno.

IU siempre se ha mantenido distante respecto de los actos religiosos y eso nunca fue un problema. ¿Qué ha cambiado? ¿Son ustedes ahora más radicales o es que la ciudad es más rancia?

No ha cambiado nada. Algunos se llevan las manos a la cabeza por que defendamos que el Ayuntamiento no participe en actos religiosos. ¿Por qué? Defendemos la separación Iglesia-Estado. Me alegro, de todas maneras, de que haya surgido este debate y de que algunos se estén dando cuenta de que quienes se están cargando ese mundo son los de dentro, no los agnósticos ni los ateos.

Pero usted ha hablado de prohibir la participación de concejales en las procesiones. Lo de prohibir casa poco con el Estado de Derecho, ¿no cree?

No se trata de prohibir. Lo que ha hecho Espadas es un error, porque, al final, está regulando la presencia del Estado en la Iglesia. Para eso prefiero lo de antes, y que cada uno actúe en conciencia. Lo idóneo es lo que se ha hecho en Zaragoza, donde se ha modificado el protocolo para que ningún concejal vaya a un acto religioso en representación del Ayuntamiento. Eso no es prohibir.

Si la regulación consiste en impedir que vayan, sí es prohibir…

La palabra prohibir suena muy mal. El objetivo no es una imposición, sino llegar a un consenso. No entendemos que un concejal, como tal, vaya a un acto religioso. Otra cosa es la vida privada. Yo soy el primero en ir a ver la Semana Santa. Pero como Daniel González, no como ilustrísimo señor.

 

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