El nuevo Reglamento del Pleno: más control al gobierno y más participación

Hoy, 1 de junio de 2019, entra en vigor el nuevo Reglamento Orgánico de Organización y Funcionamiento del Pleno del Ayuntamiento de Sevilla. Un reglamento que, tras cuatro años de trabajo entre los diferentes Grupos Municipales, se aprobó de forma definitiva el pasado mes de marzo. En el texto no se han introducido todas las propuestas que hicimos en el proceso, pero hay que reconocer que se ha avanzado bastante en materia de transparencia, participación y control al gobierno gracias a las enmiendas de Izquierda Unida y Participa Sevilla.

Dos Plenos y una sola moción

Seguramente lo más relevante en el nuevo Reglamento sea la celebración de «dos» Plenos al mes: uno ordinario como hasta ahora y otro de control al gobierno, al modo de las sesiones de control de los parlamentos autonómicos o el Congreso, donde los diferentes delegados y delegadas deberán responder a las preguntas de la oposición. El primero tendrá categoría legal de Pleno y el segundo es, en realidad, una Comisión… aunque esto para el ciudadano o ciudadana interesada no debe tener ningún tipo de diferencia.

También se reduce a una las mociones ordinarias que puede presentar cada Grupo, pudiéndose presentar otra moción en algunas de las Comisiones delegadas (normalmente una por cada una de las áreas del gobierno municipal) y se reduce de forma ostensible la posibilidad de presentar mociones por urgencia para temas que, de verdad, sean urgentes («mociones que tengan como causa algún acontecimiento que se haya producido o conocido con posterioridad»).

En cualquier otro caso, las mociones urgentes (que en realidad no lo son) serán debatidas en las Comisiones delegadas, pudiéndose presentar sin límite mociones que sean firmadas por todos los Grupos a modo de declaración de la Corporación, que serán directamente leídas sin mediar debate.

Con estos cambios, se prometen unos Plenos menos tediosos y más cortos… también dependerá de los que estemos sentados en el Salón Colón.

Más transparencia

El texto, a partir de ahora vigente, recoge la creación de un Registro Público de Obsequios e Invitaciones que deberá ser actualizado de forma trimestral haciendo constar la persona, organización o empresa que hace la invitación o el regalo. No se pueden imaginar la cantidad de dádivas e invitaciones que llegan a los diferentes Grupos Municipales, este registro público (si se implemente de forma correcta) puede servir para poner el foco en la cuestión.

Todas las Comisiones delegadas serán públicas a partir de ahora y tendrán el mismo régimen de publicidad que el Pleno municipal, esto también se asemeja al trabajo parlamentario en el que, además del debate plenario, se producen debates en las diferentes comisiones temáticas.

En el nuevo Reglamento también se regulan los procedimientos para la aprobación del presupuesto municipal y de las ordenanzas fiscales que, siempre deberán debatirse en una comisión pública. También se recoge la posibilidad de presentar una enmienda a la totalidad del presupuesto que, en caso de aprobarse, implicaría el rechazo al proyecto del gobierno.

Más control

Como decía antes, todos los meses se celebrará una sesión de la Comisión Permanente de Control y Fiscalización del Gobierno donde la oposición podrá presentar hasta cinco preguntas orales a los diferentes delegados y delegadas y, además, en el Pleno ordinario cada Grupo podrá presentar una pregunta oral al alcalde que éste tendrá que responder sin delegar. Por motivo de urgencia, cada Grupo podrá cambiar una de sus cinco preguntas.

Además de esas cinco preguntas orales, se podrán presentar todas las preguntas que se quiera para que el gobierno responda por escrito en un plazo de 15 días.

También las entidades ciudadanas inscritas podrán presentar preguntas en esta Comisión Permanente con cinco días de antelación y que serán respondidas por escrito, salvo que el gobierno quiera hacerlo de forma oral.

Más participación…

En el Pleno podrán intervenir personas para exponer su parecer sobre alguna cuestión que se debata, a invitación de la Presidencia, de cualquier Grupo o por propia iniciativa. La petición deberá ser acordada en la Junta de Portavoces, ya sabemos que quien hace la Ley hace la trampa… pero, si no se empieza a limitar sin razón, esto supone un avance con respecto al anterior Reglamento. También podrán intervenir hasta dos entidades legalmente registradas en los puntos que aborden expedientes en los que hubieran intervenido como interesadas.

El actual turno ciudadano (que se ha usado como nunca en el mandato que ya acaba) sigue vigente, con un máximo de hasta cuatro intervenciones por Pleno, pudiéndose presentar preguntas directamente en las Juntas Municipales de Distrito si el tema incumbe al territorio concreto.

El nuevo reglamento recoge que las Juntas Municipales de Distrito pueden elevar al Pleno una propuesta de acuerdo cada mes para su debate y aprobación y que ésta sea defendida por la entidad proponente durante un máximo de tres minutos.

En las diferentes Comisiones delegadas también podrán intervenir las entidades ciudadanas inscritas por invitación de la Presidencia o por acuerdo de la mayoría simple de sus miembros.

…pero aún queda mucho por hacer

El nuevo Reglamento también recoge la iniciativa popular, donde vecinos y vecinas podrán presentar directamente en el Pleno alguna propuesta de acuerdo o proyecto de reglamento siempre que se recojan un porcentaje de firmas «que en cada momento se establezca por ley». Si nos acogemos a la Ley de Participación Ciudadana de Andalucía, esta posibilidad ya se recogía desde 2017 en su artículo 27, pero deja el procedimiento y el número de firmas a recoger al albur del reglamento municipal.

El reto en este mandato debería ser sacar adelante un Reglamento de Participación Ciudadana que de verdad suponga un avance en procesos participativos y sea un revulsivo para las Juntas Municipales del Distrito. En el mandato que ahora acaba, pese a cuatro años de trabajo, el PSOE ha sido incapaz de llegar a un consenso y ha estado mareando cada ciertos meses con borradores diferentes que, en muchas ocasiones, suponían pasos atrás.

Por tanto, el Reglamento del Pleno que hoy entra en vigor supone avances en materia de transparencia, participación y control al gobierno. Su puesta en práctica sin cortapisas y que, de verdad, se facilite la participación real va a depender del gobierno municipal. Estaremos atentos.

Juan Espadas, el broncas

Cuentan los que han pasado por la planta noble del Ayuntamiento que el alcalde tiene una técnica algo peculiar a la hora de enfrentarse a una reunión complicada o a un conflicto. Dicha estrategia, más antigua que el hilo negro, se podría resumir en no dejar hablar al de enfrente y echarle la bronca.

Han sido varios los colectivos que, después de tener una reunión con el principal munícipe, han acabado con cara de sorpresa y mal cuerpo. «Pues no que me ha echado la bronca, como si él no tuviera culpa de nada».

Esta actitud no sólo es de Juan Espadas. Sonado fue el rapapolvo que, en el Pleno y en riguroso directo retransmitido por las redes, dio la delegada del Distrito Macarena a una comunidad de vecinos ante sus quejas y preguntas en el turno ciudadano. Imagínese: hace todo el trámite burocrático para poder intervenir en el Pleno, se come varias horas de tediosa sesión en aquellas incómodas sillas hasta que te llega el turno participativo… y te echan la bronca. Pues claro, sales de Plaza Nueva con muy mal cuerpo y más enfadado que cuando llegaste.

Son varias las veces que, ante protestas de trabajadores y trabajadoras en el Pleno, el o la concejala socialista de turno (por muy sindicalista que diga que haya sido) salta con algún comentario bastante impropio de quien también se hace llamar socialista y obrero. «Llamen, llamen al servicio y comprueben si ese que se ha levantado con la pancarta debería estar en su puesto de trabajo o no». Lo dicho, otra bronca.

Ante la huelga convocada por los Servicios Sociales y el Servicio de la Mujer, dada la precaria situación de la atención a las familias más vulnerables de la ciudad (no vamos a repetir de nuevo las cifras de pobreza), el alcalde salió al paso tachando la movilización de desproporcionada. Se sentó con los sindicatos… y otra bronca.

Mañana lunes hay convocada una nueva huelga en el Ayuntamiento para el conjunto de los servicios. Pues esta vez, Espadas ha salido básicamente diciendo que los trabajadores son unos privilegiados: que ya tienen las 35 horas semanales y que ya se les ha subido el sueldo. Ambas cuestiones amparadas por Ley y, por tanto, ni por asomo un regalo del bueno de Juan.

Y todo como si la huelga fuera por ganar más dinero… y no por tener un servicio público digno y en condiciones o porque no se han cumplido las cosas que se firmaron. De nuevo, el alcalde se prepara para la bronca y, como si él no hubiera firmado hace dos años un acuerdo con plazos concretos, ahora propone un acuerdo con plazos concretos.

Y lanzan un comunicado desde la Delegación de Recursos Humanos aclarando que respetarán el derecho de huelga (ahí les ha salido la vena sindicalista) y relatando todas las ventajas que tiene la plantilla (¡qué lujo!) y las propuestas que han hecho (¡de nuevo!) a los sindicatos. Al menos terminan diciendo que a partir del martes «se esforzarán por el restablecimiento de una relación de confianza con las Secciones Sindicales»: ¿dejarán de echar broncas?

Puede ser cosa de personalidades o que a Juan Espadas se le ha agriado el carácter desde que tomó el mando, o quizás sea que ya sólo le queda ponerse en esa actitud constante de defensa ante las críticas. Como gato panza arriba, que me gusta a mí decir. Pero lo que está claro es que si un vecino, una activista o un trabajador consigue reunirse con Espadas y sale más mosqueado que cuando entró, algo está haciendo muy mal.

Pero bienaventurados los que consiguen sentarse con el alcalde, que hay otros que no son nadie para Espadas ni tienen representatividad… porque de la bronca al desprecio hay una fina línea de separación.

 

Unas ordenanzas fiscales abiertas a la participación

Encuentro con la APES (Asociación de Parques Empresariales de Sevilla)

Encuentro con la APES (Asociación de Parques Empresariales de Sevilla)

El de las ordenanzas fiscales es, junto con el del presupuesto, uno de los debates municipales más importantes del año, ya que afecta sustancialmente a las condiciones de vida de la mayoría social. Por eso, en Izquierda Unida hemos vuelto a iniciar un proceso de ‘convocatoria social’ para elaborar colectivamente nuestras propuestas a tasas e impuestos de cara a 2017.

Hablamos mucho de participación ciudadana (¡todos los partidos lo hacen!)… pero hay que predicar con el ejemplo. Cuando exigimos al equipo de gobierno que amplíe los cauces de participación a la hora de elaborar o modificar reglamentos y ordenanzas, más allá del trámite de exposición pública que ya se contempla en la legislación, nos chocamos siempre con una pared. Con una administración local que eso de la «participación» le suena un poco a chino… pero, si el gobierno no lo hace, Izquierda Unida no va a dejar de hacerlo por su cuenta.

En definitiva se trata de recoger propuestas de la calle, de colectivos organizados que tienen muchas (y buenas) ideas para la gestión municipal y, en este caso, para las ordenanzas fiscales.

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Encuentro con el MAE (Movimiento de Acción Estudiantil)

Desde que el gobierno municipal nos hizo llegar su proyecto de ordenanzas fiscales, hemos mantenido diversas reuniones con colectivos. Algunas a iniciativa nuestra y, otras, a iniciativa de los propios colectivos. Además, el pasado 5 de octubre se creó un grupo de trabajo dentro de Izquierda Unida (abierto a militantes y simpatizantes) para estudiar el proyecto de Ordenanzas Fiscales y elaborar enmiendas y aportaciones.

Nos hemos reunidos con el MAE (Movimiento de Acción Estudiantil) para conocer sus propuestas para el bonobús de estudiantes. Cuestiones muy simples y de sentido común que ponen de manifiesto que, cuando crearon este título de TUSSAM, no tuvieron muy en cuenta la realidad de los estudiantes de nuestra ciudad.

También hemos mantenido una reunión en el polígono El Pino con la Asociación de Parques Empresariales de Sevilla (APES) para conocer la realidad de estos espacios de primera mano, evaluar el cumplimiento del presupuesto del presente año y profundizar en las ayudas fiscales a los polígonos industriales, que generan más 50% del PIB de la ciudad.

Encuentro con FACUA Sevilla

Encuentro con FACUA Sevilla

En el encuentro con FACUA Sevilla abordamos la ordenanza de la zona azul, para que se regulen las bonificaciones y, de verdad, se puedan aplicar… porque hasta el momento estaban en un limbo. Además, desde el punto de vista de la defensa del consumidor, que se cobre en la zona azul por lo que verdaderamente se usa: ya que no tienen ningún sentido que cueste lo mismo aparcar 5 minutos que 35. Además también compartimos la preocupación por la falta de publicidad de las bonificaciones y la complejidad en la gestión para que de verdad sean efectivas y tengán un resultado visible para el ciudadano.

En la reunión con representantes de CCOO, abordamos todas las tasas y precios públicos que se modifican para compartir propuestas de mejora: eliminar limitaciones para desempleados en el IMD, aplicar criterios de renta en todas las bonificaciones y regular las ayudas para las familias con pocos recursos. Además coincidimos en la necesidad de que las ordenanzas fiscales regularan el bonobús solidario y el social, como ya exigimos nosotros en el mes de agosto y como, recientemente, ha pedido el secretario general de CCOO Sevilla, Alfonso Vidán.

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Reunión con representantes de CCOO

A pesar del poco margen de maniobra que tenemos desde la oposición, ya que el gobierno modifica muy pocas tasas (y ningún impuesto), aún hay margen para hacerlas más progresivas y justas. Creemos que es el momento de hacer una regulación exhaustiva de precios de TUSSAM o de las bonificaciones para Zona Azul. Aún hay mucho que hacer para apoyar al deporte de base y recuperar la gratuidad de diferentes pruebas deportivas populares. Se puede profundizar en criterios de progresividad e incrementar las ayudas a quienes más lo necesitan: familias con pocos recursos y pequeño comercio. Y, sobre todo, dar mayor publicidad a todas las ayudas y bonificaciones para que los vecinos y vecinas las conozcan y puedan solicitarlas.

Y no se trata, como ya hemos reiterado en muchas ocasiones, de discutir sobre si se suben o bajan los impuestos, sino de debatir sobre quién debe pagar más y quién menos. O, como diría Carlos Marx, “de cada cual según sus capacidades y a cada cuál según sus necesidades”. Y en ese sentido irán el conjunto de las enmiendas que presentaremos el próximo viernes como Grupo Municipal de IULV-CA.

Ahora todo depende del PSOE, si de verdad quiere dar un salto cualitativo o prefiere, como parece, quedarse estancado y no abrir el melón de los impuestos, tasas y precios públicos.