Hoy ha tocado el turno de Izquierda Unida en la ronda de contactos (¡bendito diálogo!) que el alcalde está manteniendo con los grupos municipales de cara a las ordenanzas fiscales y a los presupuestos de 2018.
Nuestra posición sobre la bajada del IBI pactada entre PSOE y Cs es conocida, el propio Espadas la conoce. Sobre el resto de modificaciones que plantea el gobierno ya hemos anunciado que vamos a presentar enmiendas, no estamos de acuerdo con la subida indiscriminada de tasas sin criterios de progresividad. En ese sentido, entendemos que hay margen de mejora para hacer posible aquella máxima de «de cada cual según su capacidad y a cada cual según su necesidad».
Pero al margen de cuestiones técnicas concretas, el problema del proyecto de ordenanzas fiscales que el gobierno ha elaborado se puede resumir en dos elementos. Por un lado, que el PSOE se ha sumado al discurso facilón y mentiroso de la bajada de impuestos: un discurso propio de la derecha que no busca otra cosa que el desmantelamiento de lo público en beneficio de una minoría que deja de contribuir a las arcas (algo que ya ha hecho Susana Díaz en la Junta de Andalucía con el impuesto de sucesiones a petición, también, de Ciudadanos). Y por otro lado, que el alcalde anuncia que es un compromiso político y que por eso lo cumple: lo que manifiesta que para Espadas hay unos acuerdos que valen más que otros, pues no se ha sonrojado en ningún momento al saltarse acuerdos de investidura, propuestas en presupuestos, mociones aprobadas o su propio programa electoral durante estos dos años de mandato.
El año 2018 es decisivo, en el último año cualquier gobierno quiere poner a punto su maquinaria pero Espadas lo tiene complicado de aquí a las próximas elecciones municipales. O bien continúa mirando a la derecha o comienza a mirar a la izquierda. Hasta ahora hay que reconocer que ha tenido suerte y la mayoría de sus propuestas han salido adelante con la más diversas combinaciones de votos (con IU y Participa, con IU y Ciudadanos, con Participa y Ciudadanos, con el PP, con la abstención de todos…); pero ese «todo vale» parece que ha terminado y la recta final del mandato se le está haciendo cuesta arriba.
La contundencia del dictámen del CESS sobre los impuestos y tasas ha sido clara: ese no es el camino, señor Espadas. Aquella aventura de venderse tan barato ante la formación naranja, le está saliendo cara ahora. Y no le salen las cuentas, esa es la verdadera cuestión: da igual las políticas que se pongan en marcha, la gestión municipal se ha reducido a un mero trámite aritmético hasta llegar a 16 votos.
La pregunta a estas alturas sería: ¿ahora es demasiado tarde?
¿Es tarde para creer que Espadas cumple con los acuerdos que adopta? El propio gobierno reconoce la baja ejecución de las enmiendas de IU en los presupuestos de 2016 y Participa Sevilla ya ha denunciado el escaso cumplimiento con sus propuestas en las cuentas de este año. A esto habría que sumarle los múltiples incumplimientos de los acuerdos de la investidura. ¿Cuestión de credibilidad o es que Espadas se siente más cómodo con la derecha?
El alcalde nos ha pedido la listas de prioridades para el próximo año, directamente le hemos dicho que revise las de 2016 y las de 2017… que siguen sin llevarse a cabo. Si Espadas se piensa que IU se va a conformar con una línea de autobús o la reivindicación de alguna infraestructura, la lleva clara. Lo que Sevilla necesita es un cambio de políticas (un cambio transversal, ahora que tan de moda está la palabra), un giro que comience a solucionar los problemas que se siguen arrastrando desde la etapa de Zoido.
¿Es tarde para una piscina ‘Virgen de los Reyes’ pública? ¿Es tarde para una ciudad que no base su crecimiento en centros comerciales? ¿Es tarde para los trabajadores de Parques y Jardines? ¿Es tarde para el refuerzo y la ampliación de los Puntos de Información a la Mujer (PIM)? ¿Es tarde para el cese de Cabrera o de la reprobada Castreño? ¿Es tarde para unas disculpas?
Teniendo en cuenta la deriva del PSOE en los últimos tiempos y el enroque del ‘peronismo rociero’ de Susana Díaz, ¿es tarde para tener un alcalde socialista de izquierdas?
Quizás aún estemos a tiempo de no retroceder en política fiscal; pero o Espadas tiene una máquina del tiempo o ya vamos tarde para algunas cuestiones… demasiado tarde.
En fin, que al salir de la reunión y volver para casa me acordé de aquella canción de Sabina que acababa…
Sigue con tus movidas,
pero no pidas
que me pase la vida
pagándote fianzas.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa