Discurso para el Pleno de Investidura del Ayuntamiento de Sevilla
“Hoy, el Poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa.”
Esta frase que acabo de leer pertenece al Manifiesto Comunista, escrito a mediados del siglo XIX, pero puede ser perfectamente utilizada para definir la mayoría de los gobiernos actuales… en pleno siglo XXI.
Tras los resultados electorales del pasado 24 de mayo, tenemos la oportunidad para que el gobierno de esta ciudad deje de ser un Consejo de Administración para las empresas privadas, como lo ha sido durante los últimos cuatro años.
Cuando las plazas se llenan pidiendo “Democracia Real Ya”, cuando se para un desahucio al grito de “Sí Se Puede”… lo que se está pidiendo es que los gobiernos, los concejales, estemos al servicio de la gente. Que estemos al servicio de nuestros vecinos y vecinas y no, simplemente, para hacer realidad los sueños de intereses privados.
Hoy nuestro grupo va a favorecer una investidura para eso, para parar las políticas de derechas y para que en este Salón, mes a mes, se hable de los problemas de la gente, se busquen soluciones para tantas familias que lo están pasando mal.
El 24 de mayo frenó a la derecha, el 13 de junio frena a las políticas de derecha. Se hace necesario un vuelco a favor de la mayoría social que tenga en cuenta sus problemas y que cuente con un Ayuntamiento que esté de su parte. Hay problemas que no dependen de las ciudades aunque las ciudades formen parte de su solución.
El Ayuntamiento no puede ser un mero espectador frente al drama del paro en nuestra ciudad. Se deben acabar los gobiernos que tiran balones fuera, que echan la culpa a otras administraciones. Los sevillanos y sevillanas no se lo merecen. Un gobierno municipal que sea un agente activo en la creación de empleo.
Hay que recuperar el Parque Social de Vivienda y hacer del techo un derecho. Hacer de Sevilla, una ciudad libre de desahucios. Las familias desalojadas de viviendas, públicas o privadas, merecen una respuesta.
Comencemos una etapa de lucha radical contra la pobreza, en la que estén garantizados los mínimos vitales como bienes imposibles de arrebatar.
Hay que volver a poner el PGOU al servicio de la mayoría social, rechacemos los proyectos especulativos, convirtamos a Sevilla en un referente medioambiental.
Sevilla merece un gobierno municipal que rechace la aplicación de la reforma local del Partido Popular, que ponga los intereses de las familias por encima del interés privado, que recupere para lo público lo privatizado. Que rescate la cultura y el deporte como un derecho.
La participación debe ser el eje fundamental de la acción política, un Ayuntamiento con paredes de cristal y oídos bien abiertos para siempre escuchar antes de tomar decisiones.
Hagamos también de Sevilla una ciudad libre de corrupción y clientelismo en donde la ética y la honestidad sean el norte de la acción de gobierno.
Hagamos de la igualdad una bandera, una ciudad que luche contra la violencia machista, una ciudad donde ninguna persona sea ilegal, donde se respete la diversidad.
Un marco político para el que mi formación va a estar vigilante en el día a día para su cumplimiento. Como juraban las ciudades ante los reyes castellanos, me dirijo al que con casi toda seguridad será el próximo alcalde: “Recordad Señor, que sois igual que nos, y que todos juntos, más que vos”.
Un marco político necesario para el voto de investidura que en breve ejerceremos mi compañera y yo. Para seguir, desde la oposición, siendo el grupo municipal de los sevillanos y sevillanas que quieren transformar la sociedad.
Una decisión que no es mía, ni de mi compañera Eva Oliva, me atrevería a decir que no es ni una decisión de equipo. Es una decisión colectiva con un profundo debate detrás, con una amplia participación de militantes, simpatizantes y colectivos que han tenido claro que las políticas de izquierda deben llegar a la Plaza Nueva.
Y por último, me dirijo a los vecinos y vecinas que están sufriendo esta crisis-estafa: que sepan que siempre van a encontrar en Izquierda Unida, el hombro firme de quien necesita un apoyo, el puño erguido para la lucha y la voz incansable para denunciar las injusticias.
Muchas gracias.