Preguntas sobre la Comisión Municipal de Accesibilidad Universal

En junio de 2018 se aprobó una moción en el Pleno para que la Comisión Municipal de Accesibilidad Universal fuera más participativa, transparente y tenga más competencias. El pasado mandato acabó sin que dicha Comisión tuviera mucho recorrido.

Nuestro objetivo es que sea un espacio de trabajo verdaderamente útil y no se quede en un mero instrumento de propaganda, entendemos que se tiene que ampliar su margen de actuación: limitar su función a conocer e informar los planes, programas y proyectos de actuación del Ayuntamiento en materia de accesibilidad es totalmente insuficiente. El Ayuntamiento realiza muchos proyectos, que no están vinculados directamente con materia de accesibilidad, pero que sí afecta a ésta: reurbanizaciones, edificios municipales…

Además, si queremos crear un espacio consultivo donde los colectivos implicados participen y hagan propuestas, no tiene sentido limitar a una única entidad por ámbito de diversidad funcional (física, sensorial visual, sensorial auditiva y cognitiva) y además que tengan que ser miembros del Consejo Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad.

Las preguntas registradas son las siguientes:

  • ¿Tiene previsto el equipo de gobierno aumentar la representación de entidades sociales en la Comisión Municipal de Accesibilidad Universal para que no haya una sola asociación por cada ámbito de diversidad funcional (física, sensorial visual, sensorial auditiva y cognitiva)?
  • En caso afirmativo, ¿cuál va a ser el procedimiento para ampliar esa representación y participación?
  • En caso negativo, ¿por qué no va a cumplir con el acuerdo plenario?

 

Preguntas sobre la ampliación de la Comisión Municipal de Accesibilidad Universal

Derecho a decidir… pero poquito

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Nuestra ciudad se encuentra inmersa en un proceso de participación (no digan referéndum, no digan consulta) sobre las fechas de la próxima Feria de Abril. No se habla de otra cosa, en las calles, en las plazas, en las puertas de los colegios a la hora de recoger a los críos…

Que en Sevilla se realice una consulta (digo, proceso de participación…) por primera vez en la historia para que los vecinos y vecinas decidan con su voto debería ser motivo de orgullo, para que el alcalde sacase pecho del asunto y se marcase algún titular que hiciese sombra a los alcaldes y alcaldesas ‘del cambio’: chúpate esa, Carmena, que ha sido el PSOE el primero en celebrar un referén… un proceso de participación ciudadana.

Pero aquí no hay nada para estar orgulloso. El gobierno socialista de lo único que está orgulloso es del «coste cero»… como si todo les fuera en ello. Que digo yo que las horas de trabajo en la realización de la aplicación informática algo habrán costado, que las horas en que los funcionarios estén en los centros cívicos para la votación presencial también costarán algo y que la impresión de dípticos informando de cómo se vota tampoco ha salido gratis. Afrontar una consulta ciudadana desde el prisma del coste cero hace un flaco favor a la democracia y a la participación ciudadana.

Si bien es cierto que desde IU valoramos positivamente que se le consulte a los vecinos y vecinas y que se amplíen los mecanismos de participación ciudadana… este proceso se queda corto.

consulta-feria-herramientaNo sólo se queda corto por el proceso en si: hasta ayer no conocíamos los entresijos del proceso. El Pleno del Ayuntamiento únicamente ha tenido conocimiento del texto literal de las preguntas… pues es lo único que se recogía en la moción aprobada del PSOE. Echamos en falta, por ejemplo, la puesta en marcha una campaña informativa con la finalidad de que se puedan explicar públicamente las diferentes posiciones con relación a la consulta.

Y es que, me da la sensación, que desde el gobierno municipal han querido bajar el perfil de la consulta. La ausencia de una campaña informativa y la ausencia de Espadas ayer en la presentación pública indican esa intención de que la consulta pase desapercibida. Que pase cuanto antes, no ya por esas deficiencias en el proceso que hemos comentado… si no por la consulta en si misma.

Con los problemas que hay en la ciudad, que la primera consulta sea sobre la Feria parece un poco frívolo. Estamos en España con la búsqueda de un gobierno, mirando de reojo con hastío la celebración de unas terceras elecciones generales… y ahí que se planta Sevilla con su propia votación sobre si se amplia la Feria para que haya más días no laborables. Y el vecino de Castilla y León, que tiene en su cabeza el topicazo de que en Sevilla no se trabaja durante la Feria, pensará: ¡pues vaya problemas que tienen los sevillanos!

Y si hablamos de tópicos, tenemos que hablar del turismo. Aunque el gobierno municipal no quiera hacer campaña por el sí, únicamente hablan de los beneficios para el turismo que tendría la ampliación. La patronal hostelera hace palmaditas con las orejas… parece que la pretendida ampliación se hace sólo pensando en el negocio del sector turístico. Como si el turismo fuera la gallina de los huevos de oro donde ponemos todas nuestras esperanzas para salir de la crisis, convirtiendo nuestra ciudad en un simple escaparate para el extranjero y a los sevillanos y sevillanas en simples prestadores de servicios.

¿Qué pasa con la economía sumergida? ¿Qué pasa con los trabajo precarios? ¿Qué pasa con las personas que limpian casetas de noche y cobran 3,5 euros la hora? Es verdad que un día más, será un día más de empleo… ¿pero qué tipo de empleo? ¿Nos pararemos a pensar en algún momento sobre estos abusos o seguiremos absortos mirando los farolillos como si aquí no pasara nada?

Y, además, si se pregunta sobre la Feria… ¿por qué sólo preguntar sobre sus fechas? El debate sobre la Feria de Abril debería ser mucho más amplio. ¿Por qué no hablamos de la necesidad de habilitar más casetas de libre acceso? Esa es la gran asignatura pendiente y el reto que el gobierno municipal debería afrontar, de forma serena y valiente, con el objetivo de lograr que la Feria sea cada vez menos elitista y más accesible y universal. Y la solución no es la ocurrencia de Espadas de habilitar casetas privadas a determinados hoteles, ya que esta iniciativa está pensada únicamente para los turistas, fomenta la idea de la «ciudad escaparate» y olvida de lleno a los cientos de miles de sevillanos que tampoco cuentan con caseta.

¿Por qué no hablamos del bienestar animal durante esos días? Del sufrimiento de los caballos, de los que mueren de cansancio y de sed. ¿Por qué no hablamos de la conveniencia o no de tener circos con animales salvajes? La ciudad de Málaga (con el PP) ya los prohibió… eso se le ha olvidado a Espadas en su eje entre capitales.

¿Por qué no hablamos de la accesibilidad? De la eliminación de barreras arquitectónicas para hacer una Feria plenamente accesible

¿Por qué no hablamos de aplicar criterios de renta en los precios de las casetas públicas?

En definitiva, de la Feria se podría hablar y decidir mucho… pero Espadas prefiere que lo hagamos poquito y de tapadillo.

¿Presupuestos del cambio?

Revuelo en la Plaza Nueva. El alcalde anuncia que va a presentar los presupuestos para 2016… cuando normalmente se aprueban en diciembre del año anterior.

El alcalde dice que a la oposición le va a gustar… lo mismo dijo con las ordenanzas fiscales y se tuvieron que aprobar diferentes aportaciones y enmiendas para que contaran con nuestro voto favorable. Recordemos la minoría en la que está instalada el equipo de gobierno de la ciudad.

Izquierda Unida hizo los deberes a tiempo. El pasado mes de noviembre (a finales) hicimos llegar al Delegado de Hacienda (por escrito) nuestras prioridades presupuestarias para el año que acaba de comenzar… seguimos a la espera de conocer el anuncio del alcalde para ver si coincide o no.

Igual que repetimos hasta la saciedad durante la campaña electoral: nuestra prioridad es el pan, el trabajo y el techo. El Ayuntamiento ha de garantizar una vida digna a todos los sevillanos y sevillanas y, por lo tanto, en estos nuevos presupuestos municipales tiene que haber una plasmación en números, en euros, para estas cuestiones.

Cuando hablamos de pan, hablamos de suministros básicos. A ninguna familia sevillana se le puede cortar el agua o la luz por cuestiones económicas, debemos pasar de la actual beneficencia a unos servicios sociales proactivos que garanticen estos derechos básicos a todas las personas.

Cuando hablamos de trabajo, repetimos lo que ya dijimos en la investidura (y a lo que Espadas se comprometió con su firma): «El Ayuntamiento no puede ser un mero espectador frente al drama del paro en nuestra ciudad. El fomento de la economía local y la creación de empleo deben ser las prioridades del gobierno municipal de Sevilla. Es necesario un Plan Extraordinario de Empleo que atienda a las familias sin ingresos».

Hablamos, por tanto, de fondos propios para un plan de empleo: la rehabilitación de zonas degradadas, de patrimonio público, la atención socio-cultural en barrios necesitados… Si se quiere ser ambicioso, se puede. Contemos con todo el intelectual colectivo que ofrecen los diferentes grupos municipales, los empresarios, los sindicatos o las asociaciones de vecinos (los que mejores conocen su territorio) para poner en marcha este plan.

Y cuando hablamos de techo, hablamos de garantizar la función social de la vivienda. El pasado 24 de noviembre se aprobaron muchas propuestas en el Pleno Extraordinario de Vivienda (que nosotros impulsamos a petición de la PAH Sevilla Este-Amate). Pues bien, todas esas medidas tienen que estar reflejadas en los presupuestos: la oficina municipal por el derecho a la vivienda, las ayudas al alquiler, la adecuación de las rentas de Emvisesa al 30% de los ingresos familiares…

Tampoco podemos olvidar lo que se aprobó en las ordenanzas fiscales, como antes he comentado. Los presupuestos de 2016 deberán recoger la línea de ayudas económicas para el pago del IBI (ayuntamientos del PP, como el de Málaga, ya la tienen en marcha) o el bonobús social para trabajadores que cobren menos del salario mínimo.

Sobra decir, que desde los presupuestos hay que garantizar también el mantenimiento del carácter público de nuestras empresas municipales y el aumento del gasto en asuntos sociales para que, de forma eficiente, podamos garantizar ese «pan» a todos los sevillanos y sevillanas.

Especial mención merece el Instituto Municipal de Deportes, se han aprobado diversas mociones en el Pleno para asegurar poco a poco que el deporte vuelva a ser un derecho y no un negocio. Eso también tendrá que estar reflejado en el presupuesto para 2016.

No podemos olvidar la defensa de una ciudad habitable y sostenible: hay que mejorar nuestras vías ciclistas y recuperar la Oficina de la Bicicleta, como instrumento necesario que coordine todas las políticas a favor de la bicicleta. La puesta en marcha de un plan para garantizar la accesibilidad universal (moción nuestra aprobada en el último Pleno) y la defensa de un modelo de movilidad sostenible, a través de un Plan Municipal y de actuaciones concretas, también es una de nuestras prioridades presupuestarias para los primeros presupuestos post-Zoido.

Y, para terminar y no por ello menos importante, el Ayuntamiento no puede dar la espalda (la espalda presupuestaria) a la lacra de la violencia de género. Por ello hemos propuesto el aumento de la partida de Planes de Igualdad y lucha contra la Violencia Machista. El compromiso con la Cooperación al Desarrollo también debe estar patente, ampliando progresivamente los fondos destinados a este tema tras su desaparición en la etapa del PP. Y, aunque ya no salga en los telediarios, tampoco podemos mirar a otro lado ante la cuestión de los refugiados. Me remito de nuevo al acuerdo firmado por Espadas: «Declaremos Sevilla como una CIUDAD ABIERTA, donde el civismo y la cooperación sean las normas que marquen la convivencia entre sus gentes; donde ningún ser humano sea ilegal; y donde la migración sea contemplada como un fenómeno enriquecedor de nuestra propia diversidad».

Y a todo esto, que sería el fondo del presupuesto, hay que sumar las formas. Hablamos de un ejercicio de transparencia presupuestaria, como ya exigimos el pasado mes de octubre tras nuestro encuentro con la Plataforma de Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD). Se hace necesario, entre otras cuestiones, un “Presupuesto Ciudadano”: una presentación no técnica que permita a cualquiera comprender los planes del gobierno municipal para ingresar y gastar los fondos públicos.

¿Presupuestos del cambio? Habrá que verlos.