Que hay más ratas de lo «normal» en la ciudad nadie lo puede poner en duda.
Ya dijimos en su momento que trasladar la competencia de control de plagas a EMASESA iba a suponer la privatización de un servicio que hacía el Ayuntamiento con medios propios desde el Zoosanitario… y efectivamente así ha pasado.
Y ya sabemos lo que pasa cuando se privatiza un servicio público. La empresa privada busca aumentar su beneficio (cosa lógica) a costa del erario público.
¿Consecuencia? Más ratas.
Hemos pedido información sobre el contrato y las certificaciones de una zona concreta: el barrio de Santa Cruz.