“…porque otra de las funciones del deporte es ir erradicando cada vez más de nuestra patria el juego, es decir el vicio del juego. Sabido es que otra de las grandes batallas libradas victoriosamente por la Revolución es la batalla contra el juego. Las clases explotadoras se esforzaban por corromper al pueblo; de ahí que en nuestro país había tal diversidad de juegos de todos tipos, desde la bolita hasta los casinos”.
Discurso de Fidel Castro en la clausura del Congreso de Voluntarios del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER).1961
Hace unos días nos reunimos con ASEJER (la Asociación Sevillana de Jugadores En Rehabilitación) y con preocupación nos decían que en, 30 años de existencia de la asociación, 2018 había superado todos los récords de personas que habían acudido a ellos en busca de ayuda y que, en 2019, ya se estaban superando las cifras en lo que llevamos de años. Una media de 3 a 5 personas nuevas que llaman a las puertas de esta asociación cada día. Un perfil de jugador completamente nuevo: jóvenes menores de 30 años y en muchos casos incluso menores de edad, procedentes de barrios de clase trabajadora y que comenzaron a jugar en alguno de los numerosos locales de apuestas que, sin ninguna restricción, han surgido por toda nuestra ciudad.
En los últimos años hemos visto, sin que las Administraciones Públicas hagan nada para impedirlo, cómo han proliferado no sólo los locales de apuestas en nuestros barrios, si no también la publicidad (en muchos casos agresiva) de juegos online. ¿La consecuencia de todo esto? Pues que España tiene la tasa más alta de ludópatas de entre 14 y 21 años de toda Europa, según un estudio de la Federación de Jugadores Rehabilitados. No es casualidad que siempre abran este tipo de locales cerca de colegios e institutos.
En noviembre de 2018, el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobó una moción a instancias de Izquierda Unida para controlar la proliferación de las apuestas online y casas de apuestas y tomar medidas de prevención ante la ludopatía. En ella se instaba al gobierno local, entre otras cosas, a introducir limitaciones urbanísticas a estos establecimientos, a regular la eliminación de cualquier cartelería del mobiliario urbano o del espacio público y a realizar actividades informativas en los centros escolares.
Casi un año después de que se aprobara la moción, el mes pasado preguntamos al gobierno de Juan Espadas sobre qué había hecho al respecto… y lo único que confirmaron es que estaban trabajando en una modificación de la ordenanza de publicidad que vería la luz en el primer semestre de 2020, pero no concretó nada sobre el ordenamiento urbanístico: algo clave si de verdad queremos atajar el problema y frenar su expansión por los barrios de Sevilla.
El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, tras aprobarse la misma moción que aquí, ha iniciado una Modificación Puntual del PGOU para regular la implantación de salas de juego y apuestas y, mientras tanto, se ha acordado la suspensión del otorgamiento de toda clase de aprobaciones, autorizaciones y licencias urbanísticas referidas a la implantación de estas actividades en el municipio vecino. Por tanto, sí se puede (si se quiere).
Este verano hemos visto como el Real Betis Balompié firmaba un acuerdo de patrocinio con la casa de apuestas asiáticas RB88, o cómo el Sevilla FC hacía lo mismo con Marathonbet valorando el acuerdo como “muy positivo”. La publicidad en el fútbol, la “puerta giratoria” del exministro de Justicia Rafael Catalá que fichaba por una de las empresas líder en apuestas y la publicidad de un casino online en los propios autobuses de TUSSAM… evidencian la normalidad con la que se está un fenómeno que está provocando serios problemas en muchas familias trabajadoras.
Ya vamos tarde. Y es que el derecho a la salud de la ciudadanía (y tenemos que entender que este tipo de actividad afecta a la salud) siempre tiene que prevalecer sobre los intereses económicos del juego y de este tipo de empresas.
Intervención en la Comisión de Control y Fiscalización (septiembre 2019)