En el último análisis sobre la movilidad ciclista en la ciudad elaborado por el Sistema Integral de la Bicicleta de la Universidad de Sevilla (SIBUS)[1], publicado en febrero de 2016, se destaca un paulatino descenso del número de desplazamientos diarios en bicicleta desde 2011. Aún así, el uso de la bicicleta se mantiene en cifras elevadas, situándose por encima de los 60.000 traslados en un día laborable tipo sin lluvia.
Este descenso, según se señala en dicho estudio, se podría deber a diferentes cuestiones: las deficiencias de mantenimiento del sistema de vías ciclistas, la ausencia de medidas de pacificación del tráfico, la escasez de aparcamientos seguros tanto en la vía pública como en origen o destino y la falta de intermodalidad entre bicicleta y transporte público.
El estudio del SIBUS también apunta a “la falta de impulso y atención hacia el fomento de la bicicleta como modo de transporte, plasmado en la inexistencia de políticas integrales (educación, comunicación) coordinadas con otras áreas de la Administración Local (movilidad, aparcamientos, urbanismo, economía)”.
Sobre las deficiencias de mantenimiento en los carriles bici, extremo que también indicó el dictamen sobre movilidad aprobado por el Consejo Económico y Social de la Ciudad de Sevilla (CESS) en 2014, hay que anotar que desde nuestro Grupo Municipal ya criticamos el año pasado la prórroga del contrato vigente, al considerar un error seguir apostando por un modelo de conservación, limpieza y reparación que se ha demostrado nefasto, ya que a día de hoy es visible y notorio el mal estado que presenta esta infraestructura.
El presupuesto en esta cuestión fue incrementado en 2016 gracias a una enmienda de IU pero, según los últimos datos de ejecución publicados, el gasto real acometido se ha limitado únicamente al del contrato prorrogado. Más de un año después de aquella prórroga, por tanto, no tenemos constancia de un nuevo contrato ni del nuevo modelo de mantenimiento prometido.
Sobre las medidas de pacificación del tráfico en el viario sin carril segregado para la bici, hay que apuntar que en el último año se ha instalado una nueva señalética en las calles del Casco Antiguo para recordar el límite de velocidad y la prioridad de la bicicleta frente al coche… pero siguen sin realizarse actuaciones transversales en este sentido.
A día de hoy aún no disponemos de un plan de movilidad general y continúan sin llevarse a cabo medidas sencillas e innovadoras para conseguir esa pacificación y garantizar, con eso, una mayor seguridad tanto para peatones como para ciclistas.
Sobre la seguridad vial, recientemente la asamblea ciclista de «A Contramano” ha llamado la atención ante el alarmante crecimiento de los atropellos mortales de ciclistas y peatones por parte de vehículos a motor durante los últimos meses en Sevilla. Y es que, en lo que llevamos de año, se han producido ya dos víctimas mortales (dos peatones), que se unen a las 8 (siete peatones y un ciclista) acontecidas en 2016. En total ha habido 10 víctimas mortales en los últimos 14 meses transcurridos en nuestra ciudad. Esta cifra contrasta sustancialmente con los datos relativos a años anteriores, que arrojan un balance de 4 muertes en 2015, 2 en 2014 y 4 en 2013. De modo que en los últimos 14 meses se han producido tantas víctimas mortales de atropellos por vehículos a motor como en los tres años precedentes.
Nuestro Grupo Municipal presentó una consulta a la Comisión de Ruegos, Preguntas e Interpelaciones sobre este asunto. En concreto, queríamos saber dónde se concentraban los atropellos y cuál era la interpretación de la Policía Local en relación con las posibles causas. Hasta aquí todo entra dentro del funcionamiento habitual de los mecanismos de control del Consistorio. Sin embargo, las respuestas aportadas por la Delegación de Movilidad fueron dos y encima no coincidían en las cifras. ¿Es que acaso el Ayuntamiento no tiene estadísticas claras sobre un tema tan delicado como los atropellos de peatones y ciclistas? [2]
Otro de los motivos que apuntan al estancamiento del uso de la bici es la escasez de aparcamientos seguros en la vía pública o en el origen y destino de los desplazamientos.
Es cierto que en el último año se ha hecho un esfuerzo para instalar bicicleteros en la vía pública (también gracias a una enmienda presupuestaria de IU), pero se sigue reproduciendo un modelo de aparcamiento no seguro y se obvia la problemática de la falta de estacionamientos en comunidades de vecinos, empresas, centros educativos y edificios públicos pertenecientes al Ayuntamiento de Sevilla.
Sobre la intermodalidad entre la bicicleta y los diferentes transportes públicos (autobús, metro, cercanías…) también hay mucho que hacer todavía, partiendo de la base de que ésta no existe como tal en la actualidad.
Así, por ejemplo, resulta absurda la restricción de TUSSAM de tener que llevar las bicicletas plegables dentro de una bolsa. En este sentido, nos parece interesante que desde el Gobierno Municipal se tome nota de los resultados del proyecto de investigación “Bicicleta-Transporte Público”, llevado a cabo por la Universidad de Sevilla, en el que se hacen diversas propuestas en torno a las principales estaciones de Cercanías, de metro o de autobuses de la ciudad.
Si nos referimos al sistema de bicicletas públicas SEVici, el descenso en el número de usuarios es mucho mayor, ya que se ha reducido del 29% al 26% entre 2011 y 2015. La disminución de la calidad de este servicio ha expulsado a usuarios que, por diversas razones, no han dado el paso a la bicicleta privada. La ausencia de aparcamientos seguros en los domicilios podría ser uno de esos motivos.
Otro tema que no se puede obviar, hablando del necesario impulso a la bicicleta, es la ampliación del número de vías ciclistas y de la conexión de los carriles de la ciudad con el área metropolitana.
La aprobación del Plan Andaluz de la Bicicleta (PAB) por parte de la Junta de Andalucía significó un importante espaldarazo en esta materia pero, cuando la Consejería de Fomento fue retomada por un gobierno del PSOE-A en solitario, se retiraron 11 millones de euros destinados a la ejecución de este programa. Los colectivos ciclistas andaluces se mostraron entonces preocupados ante aquella noticia que supuso un batacazo para una comunidad líder en políticas de movilidad sostenible.
Ya con el presupuesto autonómico de 2016 se confirmó el abandono por parte del Ejecutivo andaluz del PAB, al reducirlo a la mitad respecto al previsto para 2015. La plataforma “Andalucía por la bici” envió una queja al Defensor del Pueblo Andaluz en la que reclamaba un presupuesto digno para este proyecto y abrió una petición dirigida a los grupos parlamentarios de PSOE y Ciudadanos para que aprobaran las enmiendas presentadas por las demás fuerza políticas a fin de aumentar la dotación del plan, algo que no hicieron.
Una de las inversiones que estaban contempladas en el PAB, y que responde a una petición vecinal histórica, es el carril bici que está llamado a unir los barrios de Valdezorras, Aeropuerto Viejo y Alcosa.
El actual alcalde, cuando estaba en la oposición, presentó hasta dos mociones al Pleno relativas a este proyecto: una urgente en octubre de 2013 y otra en enero de 2015. En febrero de 2015, en plena campaña de las elecciones autonómicas, Susana Díaz visitó el barrio de Valdezorras junto a Espadas y, al alimón, anunciaron el compromiso de la Junta para dicho carril bici. En septiembre de 2015, ya siendo alcalde, Juan Espadas y el consejero de Fomento, Felipe López, anunciaron tres millones de euros de inversión para el año 2016 y la construcción de 30 nuevos kilómetros de vías ciclistas en la ciudad, que comenzarían a licitarse en el primer trimestre de ese mismo año.
Pese a la foto de ambos a las puertas de este Ayuntamiento, aún no tenemos constancia de dichas obras… ni siquiera de que se haya firmado el convenio entre la Junta y la Administración local para poner en marcha el Plan.
Por último, pero no por ello menos importante, desde el Grupo Municipal de Izquierda Unida echamos en falta el restablecimiento de la Oficina de la Bicicleta (después de que Zoido la desmantelara).
En noviembre de 2015, a preguntas de IU, el Gobierno Municipal citaba seis funciones que iba a llevar adelante dicha oficina. Primero, la ampliación del carril bici. Segundo, la recuperación de las políticas de difusión, programas sectoriales y educativos y en general del fomento de este medio de transporte sostenible, con especial atención a la puesta al día de la web sevillaenbici.org. Tercero, impulsar y actualizar el Plan Director de la Bicicleta. Cuarto, retomar el funcionamiento de los órganos y foros de encuentro entre la administración pública y la sociedad civil para la mejor coordinación de los objetivos de las políticas ciclistas.
Pues bien, más de un año después, seguimos sin noticias de la gran parte de estas políticas. Es más, afirmamos que la reordenación hecha en la Gerencia de Urbanismo y la creación del Servicio de Sostenibilidad e Innovación Urbana (que supuestamente es la “oficina”) no está cumpliendo con las expectativas generadas.
Es mucho lo que queda por recorrer, si Sevilla quiere recuperar todo lo que significó la movilidad ciclista para la ciudad, y la Comisión Cívica de la Bicicleta (también fulminada por Zoido y olvidada, por el momento, por Espadas) ha de ser el germen donde deben de gestarse todas las propuestas, pues no podemos olvidar la participación de plataformas y asociaciones de usuarios de la bicicleta para conseguir los objetivos que nos marquemos.
Ahora Espadas quiere llegar a que el 15% de los desplazamientos diarios sean en bicicleta… no sabemos cómo pretende hacerlo pero, por lo pronto, desde Izquierda Unida propondremos en el próximo Pleno una batería de 10 propuestas para impulsar el uso de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad de Sevilla.
[1] Análisis sobre la movilidad ciclista en Sevilla. Año 2015: http://bicicletas.us.es/Sevilla2015.pdf
[2] El lío de la cifra de peatones atropellados: http://elcorreoweb.es/sevilla/el-lio-de-la-cifra-de-peatones-atropellados-GJ1496019