Lamentamos que no se pueda votar por separado y tenemos que lamentar también, un año más, habernos enterado por la prensa de las distinciones que da la Corporación (que no el gobierno). Casualidades de la vida, nos ha pasado lo mismo que a Felipe González con los GAL y Filesa… que se enteró por la prensa.
Es una pena que hoy se proponga dar la “más alta distinción de la ciudad” a dos personas que, desde nuestro punto de vista, no han tenido ni una conducta ni una trayectoria ejemplar y tampoco representan los valores compartidos por parte de todos los sevillanos y sevillanas.
Creemos que nombrar Hijo Adoptivo al señor Asenjo huele a naftalina y supone avalar unas formas de actuar para nada cristianas y reconocer como Hijo Predilecto a Alfonso Guerra implica avalar los peores años de corrupción del PSOE. Asenjo y Guerra… le ha faltado, señor Espadas, darle la medalla a título póstumo a Don Pelayo.
Sobre el señor Asenjo, hay que recordar que lo primero que hizo nada más llegar a Sevilla fue expoliar una parte de nuestro patrimonio público como la Catedral, la Giralda y el Patio de los Naranjos. Dice el séptimo mandamiento que está prohibido tomar y retener el bien del prójimo, ese día se ve que Monseñor faltó al seminario pues en su haber también figura la inmatriculación de la Mezquita de Córdoba y haber participado en la reforma legislativa de Aznar que ampliaba las inmatriculaciones siendo responsable de patrimonio de la Conferencia Episcopal: blanco y en botella. Personalmente no creo en el cielo pero, parafraseando al hijo del carpintero, los camellos tienen más posibilidad de pasar por el ojo de una aguja.
No sólo es el obispo de las inmatriculaciones, es también el que afirmó que “el matrimonio homosexual era un peligro para los menores adoptados” o que “la homosexualidad es un pecado y un desorden moral”. Lo dicho: ni trayectoria ni conducta ejemplar.
Y sí, que Alfonso Guerra tendría un buen expediente cuando llevaba la chaqueta de pana pero que hoy, 17 de septiembre de 2020, no se puede afirmar que su trayectoria haya sido ejemplar. Guerra es, hoy día, uno de los líderes carismáticos de la derecha de este país (esa a la que tanto intenta contentar el Alcalde). Es el vicepresidente de la corrupción, el del PSOE de los GAL y el que, en la reforma de nuestro Estatuto de Autonomía, cuestionó la realidad nacional de Andalucía olvidándose por cual circunscripción se había presentado. Por cierto, diputado desde el 77 hasta 2015 y su última iniciativa la registró en el año 82.
El mismo que firma en apoyo del último Borbón huído de la justicia o de un ministro, como Martín Villa, que está siendo juzgado por delitos de lesa humanidad. El que cree que los compañeros de Podemos no son democráticos o que pactar con nosotros es un suicido colectivo. La verdad es que nos extraña que Vox no sea el que haya propuesto a Don Alfonso.
¿Por qué pedimos una votación por separado? Porque no podemos apoyar una distinción a estas dos personas. En cambio, sí creemos que hay que reconocer la encomiable labor que numerosas personas y entidades sociales realizan en pro de nuestra ciudad
Si Juan Espadas se ha saltado el reglamento dando a conocer las distinciones a la prensa antes que a la Junta de Portavoces, si el Alcalde se salta las normas… no debería haber ningún inconveniente legal para realizar esta votación por separado.
Nos vamos a abstener porque es la opción más coherente que nos queda después de esta jugarreta del Alcalde, que mete en un mismo pack todos los reconocimientos para blanquear la concesión de hijo adoptivo y de hijo predilecto.
Por respeto a quienes sí se lo merecen, nos abstendremos y lamentamos también que tengan los compañeros que tiene este año.
Enhorabuena al resto y muchas gracias.