Normalmente la mayoría de los puntos que se tratan en los Consejos de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo pasan desapercibidos, excepto los temas que algún medio de comunicación local haya destacado de forma previa o los que el Delegado cuente en la rueda de prensa posterior.
En el Consejo correspondiente al mes de septiembre, celebrado hoy, se ha aprobado la modificación del PGOU para recalificar los suelos del Batán y convertirlos en una gran superficie comercial. Como se esperaba… PSOE, PP y Cs se dan la mano para sacar el proyecto adelante: ya sabemos hacia donde mira Espadas.
También se han suspendido de forma cautelar las licencias urbanísticas en determinadas zonas de Nervión o se han desestimado algunas peticiones en el asunto de la reordenación de veladores en la avenida de la Constitución y en la calle San Fernando… sin que el Delegado haya sido capaz de poner sobre la mesa ningún plazo para terminar con esta zona y mucho menos una fecha para continuar en otras calles de la ciudad.
Otro tema que viene coleando desde hace tiempo, como son las obras de los edificios de Los Pajaritos, también se ha tratado: en concreto se ha aprobado la ampliación del plazo para ejecutar el contrato. Una nueva ampliación del plazo hasta principios de octubre, aunque según el gobierno el asunto va para delante y a buen ritmo… habrá que verlo.
También (por fin) se ha puesto a disposición del Ayuntamiento el edificio del Centro de Mayores del Polígono Sur, un paso más en la eterna burocracia de la administración sin que el gobierno (tampoco en este caso) haya sabido respondernos sobre los plazos para que este dispositivo esté en marcha como vienen reclamando los vecinos desde hace años y como desde IU ya hemos denunciado en varias ocasiones.
Como decía, multitud de asuntos que pasan desapercibidos pero que son de suma importancia para el devenir de los barrios de nuestra ciudad.
Uno de los temas que no ha tenido, hasta el momento, ninguna repercusión en los medios pero que sí ha causado debate en el seno del Consejo ha sido el inicio de la contratación de dos servicios: uno para la elaboración del Plan de Accesibilidad Universal y otro para el diseño de la Ordenanza de Paisaje Urbano.
Por un lado, ambos expedientes han sido incluidos en el orden del día como meras «tomas de conocimiento», es decir, que no se vota… simplemente se nos informa. Por tanto, un gobierno en minoría ha decidido durante el mes de agosto realizar dos contratos sin que la oposición (la mayoría) haya podido ni votar ni opinar.
El argumento esgrimido por el equipo de gobierno ha sido la falta de tiempo para poder ejecutar el presupuesto. Algo que carece de sentido dado que, por un lado, la necesidad de redactar un Plan de Accesibilidad se aprobó en el Pleno ¡de diciembre de 2015!… por lo que decir que no ha dado tiempo es una excusa peregrina. Un contrato para varios años de un total de 96.800 euros, damos la bienvenida a la propuesta casi dos años después de que se aprobara nuestra moción… pero entendemos que el PSOE vuelve a errar en las formas al creerse tener una mayoría que las urnas no le dieron.
El otro asunto, el diseño de la Ordenanza de Paisaje Urbano, es mucho más grave desde nuestro punto de vista. Igual que el anterior se ha hecho con ‘agosticidad y alevosía’ pero con un procedimiento mucho menos transparente y abierto como es un negociado sin publicidad. Estamos hablando de 72.600 euros que van a caer en mano de alguna empresa privada para redactar una normativa municipal. No nos cabe en la cabeza que no haya técnicos en el Ayuntamiento (y mucho menos después de crear las mesas participativas del PGOU donde hay una específica para esta materia) que puedan hacerse cargo del asunto.
Si el PSOE estuviera en la oposición, tacharía esta medida de privatización. Pero, como está en el gobierno, la asume con normalidad y ha querido que pase de tapadillo por el Consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo.
Como no se podía votar no hemos votado, pero nos oponemos a que (efectivamente) se privatice algo tan delicado con es una ordenanza municipal. Síntoma, como venimos diciendo desde hace tiempo, de un PSOE que hace aguas y que va a la deriva escorándose, cada vez más, hacia la derecha y olvidando la defensa de lo público.